Mis ojos se iluminaron, cuando vi a Dolly enfundada en aquel vestido de color azul cielo. Y es que nunca tuvimos nuestro baile de graduación, sin embargo la oportunidad de tener al fin nuestro anhelado baile había llegado. Los directivos de la escuela nos habían invitado para ser chaperones aquella noche y los dos, sin siquiera pensarlo habíamos aceptado asistir aquella noche.
Le coloque aquella pulsera de flores en la muñeca y ella me coloco el broche sobre el cuello del esmoquin. Era nuestro cliché, nuestra noche para ser cursis. Estábamos viviendo después de casi dos años la noche de nuestras vidas, aquella que había sido demasiado triste para los dos. Había llegado el momento de cerrar aquel capítulo de nuestras vidas.
—No puedo creer que esté tomando esta foto justo ahora —la señora Faster se acercó a nosotros y nos obligó a posar para la cámara. La observe apartar una lágrima de su mejilla.
—Esto es demasiado ridículo—comento Sara quien nos observaba desde el sillón—Pero debo admitir que están hermosos—le guiñe el ojo y esta me regalo su petulante sonrisa.
—Tiene que enviarle esa foto a mi madre, que hizo aquella petición con mucha exigencia—asintió en confirmación y se apresuró a teclear en su teléfono.
La familia de Dolly y la mía se habían convertido en una sola. Y es que tanto mis padres como los de Dolly se encontraban felices con nuestra relación. Los míos en un principio quisieron ponerse difíciles, sin embargo al final se dieron cuenta de que mi relación con Dolly iba en serio y es que el simple hecho de poner aquel anillo en su dedo les había hecho entender que al fin había encontrado al clavo de mi martillo. Dolly Faster se me había clavado en el corazón y nadie la sacaría de allí.
—Debemos irnos, se nos hace tarde —Dolly me tomo de la mano y me arrastro con ella para ponernos en marcha.
La tome por la cintura en cuanto salimos de la casa y era que tenía unas inmensas ganas de besarla, porque no me cansaba de besar aquellos hermosos labios. Sara gesticulo con sus labios 《que nos fuéramos a un motel》 y yo le saque el dedo de en medio mientras me perdía en aquel dulce sabor que me volvía loco.
— ¡Dios santo ya lárguense!—escuche decir aquella voz chillona y la mire con furia.
Dolly tomo una bocanada de aire cuando me separe de ella y me regalo aquella hermosa sonrisa suya. Si, definitivamente amaba lo que veían mis ojos y todavía no me hacía a la idea de que ella era solo mía. Subimos a la camioneta y al fin nos pusimos en camino. Aquella noche prometía muchas cosas y no tan solo un simple baile.
***
Nos quedamos un momento en el vehículo sin saber qué hacer a continuación. Estar de nuevo en el estacionamiento de la escuela trajo momentos a mi mente que nunca podría olvidar, tanto malos como buenos, pero eran los recuerdos de ese último año los que tenía realmente frescos en mi memoria. No podía creer que aquel primer día de clases cambiaría todo mi mundo.
—Aquí vertiste sobre mi cabeza aquel vaso con jugo aquella mañana —la mire avergonzado y es que en aquel tiempo no me detenía a pensar en las cosas que hacía.
—Lo siento —dije con tristeza —Nunca me disculpe contigo por todas las cosas que te hice —Dolly sostuvo mi rostro entre sus manos y depósito un beso sobre mis labios.
—Éramos unos niños Maximus, inmaduros e infantiles. No hay nada que disculpar —y no pude resistir volver a besarla, aunque ella termino rápido con aquel momento —tenemos que entrar, recuerda que somos los chaperones —me separe de ella a regañadientes y me regalo una de sus sonrisas maliciosas.
Sabía que esto era algo que debíamos hacer, pero me moría por estar en casa con ella bajo las sabanas jugando un poco sucio. La tome de la mano y llevamos nuestros pasos al interior del edificio. Un destello de luces de colores nos recibió a nuestra llegadas, seguidos por un grupo de chicos que se apresuraron a pedirme una foto. Dolly hizo espacio y se alejó un poco de nosotros. Sabía que esto la abrumaba un poco, sin embargo estaba consciente de que estas cosas pasarían.
—Vamos chicos, la noche es larga y puedo tomarme fotos en cualquier otro momento. Ahora dejen que lleve a mi chica a la pista de baile—la mire con diversión y por un segundo me pareció ver que estaba avergonzada.
Talking to the moon de Bruno Mars empezó a sonar por los altavoces y extendiendo mi mano arrastre a Dolly conmigo a la pista de baile. Ella enredo sus brazos sobre mi cuello y yo enrede los míos en su cintura llevándola mucho más cerca de mí. Comenzamos a movernos al mismo compás, recorriendo la pista de baile sin perder el ritmo, sin dejar de mirarnos y es que me encontraba en un hechizo del cual no quería escapar.
—Te amo Dolly Faster—dije mientras el brillo de sus ojos me dejaba hipnotizado.
—Yo te amo mucho más a ti Maximus Blake—respondió y no tenía que decir nada mas con eso me bastaba para ser feliz.
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El mismo cielo✅
Novela JuvenilCuando Dolly Faster pierde a su novio y mejor amigo James Richie en un accidente automovilístico en el cual ella también estuvo involucrada, queda totalmente destrozada y su vida da un giro inesperado. Se cierra ante todo lo que conoce, la chica her...