Cuando Dolly Faster pierde a su novio y mejor amigo James Richie en un accidente automovilístico en el cual ella también estuvo involucrada, queda totalmente destrozada y su vida da un giro inesperado. Se cierra ante todo lo que conoce, la chica her...
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Maximus
Mire primero sus dedos entrelazados y luego lleve la mirada a sus estúpidos rostros, Dolly arrastró a Dylan a la fila del cine ignorándome por completo y me reí sin nada de gracia de aquel estúpido movimiento, mientras les seguía el paso muy de cerca. Había venido con los dos idiotas que tenía como amigos, era eso o humillarme totalmente y hacer más obvio que estaba aquí por la chica en cuestión y seguía sin entender porque me molestaba tanto que ella y Dylan se gustaran o era lo que quería creer.
—Pero qué coincidencia—dije con ironía.
— ¿Coincidencia Blake? No es ninguna maldita coincidencia, sabías que estaríamos aquí estas, toda la maldita escuela lo sabía, porque el maldito de Jordán hizo que todo el mundo se enterara, realmente estas mal de la cabeza—Dylan dijo aquello con molestia y yo le regale mi cara de jodete, aquello lo puso rojo de la rabia y lo hacer el intento de acercarse a mí para golpearme
—Ignoralo Dylan—Dolly ni siquiera me miró cuando dijo aquello y se colocó delante de él, tomo su mano y yo sentí que comenzaba a perder la paciencia.
—Te crees la gran cosa ¿eh Dolly?—Soltó la mano de Dylan y se giró hacia y una sonrisa sarcástica adorno mi rostro, pero al mirar la frialdad en sus ojos me sentí desconcertado.
— ¿Has escuchado el cuento de la carreta vacía Maximus?—en ningún momento apartó la mirada de mis ojos y yo negué con la cabeza—Dice que mientras más vacía está la carreta, más ruido hace y te pregunto ¿eres tú una carreta vacía Maximus Blake?—me sentí perturbado, pero no iba a dejar que me humillara con su filosofía barata, yo no era de los que dejaba pisotear.
—No engañas a nadie con esos aires de intelectual, solo eres una maldita amargada que llevó a su novio a la muerte, te escondes tras esa maldita coraza de indiferencia, pero a mi Dolly Faster no me engañas, yo veo quien eres en verdad—Me acerque más de la necesario y su olor me embriago. No sé por qué sentí unas ganas inmensas de tomar su rostro y besarla, pero no lo hice eso sólo daría a demostrar lo que me negaba admitir en voz alta.
Dylan la tomó del brazo y la separó de mí, era mejor que lo hiciera aunque yo sabía que si me lo proponía podría hacer que Dolly Faster solo tuviera ojos para mí, porque tenía que admitirlo ella no era como las demás chicas, esas que harían cualquier cosa por meterse entre mis piernas, pero aun así no podría tener ningún apego con ella, no es como que simplemente su actitud retadora me haría enamorar, yo no era de los que entregaban el corazón, pero podía hacer que ella me entregara el suyo.
—Umm esa sonrisa me dice que tienes algún plan macabro en mente—No dije nada y simplemente sonreí con malicia, porque Jordán no estaba muy lejos de la realidad. Haría aquella chica arrepentirse de haberse atrevido a humillarme esta noche y la haría venir de rodillas hacia mí.
