Capitulo especial: ¡Sorpresa!

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Ciertamente, no es como si Leone Abbacchio alguna vez hubiese esperado aquella fecha con entusiasmo antes.

El 25 de Marzo era su cumpleaños, y si bien de niño recibía obsequios de sus padres y abuelos, con el pasar de los años las cosas fueron cambiando. Actualmente, sus padres siempre se encontraban fuera, viajando, al igual que sus abuelos. Él se había establecido en la casa que tenían en Nápoles, completamente solo.

Sus abuelos lo llamaban sin falta y le mandaban algo de dinero. Sus padres constantemente dejaban pasar la fecha debido en ocasiones a sus ajetreadas vidas y a las confusiones por las diferencias de horarios que solían tener. A veces lo llamaban al día siguiente, a veces una semana después. Pero a él no le importaba. Ahora siendo un muy joven adulto, Leone se encontraba perfectamente bien bebiendo cerveza fría al final del día mientras miraba la televisión o se enfrascaba en algún videojuego.

Sin embargo, inconscientemente empezó a tener algunas expectativas en cuanto inicio su noviazgo con su muy adorado Bruno Buccellati. Especialmente cuando el pelinegro le pregunto cuál era su fecha de cumpleaños y cuando noto en un pequeño calendario en la habitación de Bruno el 25 de Marzo marcado con un dibujo de un corazón, un corderito y un pastel de cumpleaños.

¿A caso Bruno prepararía una sorpresa para él? ¿Una sorpresa... sexy? En su mente se formaron mil fantasías, siendo la más recurrente la de Bruno saliendo de un pastel con su preciosa lencería. ¿Ese día, Bruno seria más cariñoso con él? ¿Cedería a sus peticiones? Sin saberlo, Leone Abbacchio comenzó a esperar la fecha de su cumpleaños por primera vez en muchísimo tiempo.

Este año, su cumpleaños caía en Jueves. Nada mal, cerca del fin de semana. ¿Celebrarían todo el fin de semana en la cama, tal vez? Seria delicioso, una fantasía sexual vuelta realidad.

No obstante, aquel día tenían que asistir a la academia. Pero no era problema, impartirían su clase a los mocosos reclutas y después.... después podría disfrutar, toda la noche, porque había pedido varios días libres en el trabajo. Incluso el día siguiente lo tenían libre, ya que el profesor Jotaro asistiría a la inauguración de la exposición de arte de su esposo Noriaki. Todo parecía haberse acomodado para tener un fin de semana largo.

Al levantarse, la pereza no le duro mucho como era habitual, a pesar de que la noche anterior bebió una cantidad considerable luego de recoger a Bruno en su trabajo y dejarlo en su casa, donde cenaron juntos bajo la estricta mirada y compañía de Paolo, por lo que se había retirado temprano.

Por alguna razón, Buccellati no había respondido ninguno de sus mensajes más allá de las 11:50 pm del día anterior. Supuso que se había dormido, lo cual era perfectamente normal, ya que su precioso novio había tenido bastante trabajo en el restaurante.

De todos modos, con el entusiasmo debido a las expectativas que tenía sobre aquel día, el albino se aseo, se maquillo pulcramente y se perfumo. Arreglo en su mochila su traje de baño y demás cosas. Se había levantado tarde ciertamente, y aunado a ello se entretuvo bastante haciéndose un maquillaje algo más elaborado de lo habitual. Si iba a desatar sus pasiones desde ese día con Bruno, quería verse muy apuesto para su galletita.

Sin prisas, condujo hacia la academia de deportes acuáticos Passione. Estaciono su auto en el lugar de siempre y, con su mochila negra al hombro, entro tranquilamente a la academia.

Usando una ajustada camisa de tirantes negra que dejaba al descubierto sus musculosos brazos y un short negro ajustado con un cinturón de cuero, camino por el pasillo central, atrayendo más de una mirada de las jóvenes chicas de la academia.

"Galletita, galletita. ¿Dónde está mi dulce galletita?" pensaba Abbacchio, mientras miraba alrededor, en busca de su adorado novio.

No obstante, el albino no tardó mucho en encontrar a su bellísimo novio, quien se encontraba al borde de la piscina olímpica, caminando de manera lenta mientras observaba a los reclutas más jóvenes nadar bajó sus instrucciones.

Rivali d'amoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora