Después de la despedida de Todoroki, Hitoshi se dio la vuelta y empezó a caminar hacia las mesas, así que corrí para alcanzarlo.
—Hitoshi, ¿te llevas mal con Todoroki?.
—No te importa.
—Oye, solo trato de generar conversación contigo, vamos dime.
—...
—Hi-to-shi
—¿Qué quieres?
—¿Sabes?, nunca fui buena para establecer relaciones con las demás personas. Del lugar donde vengo no tenía muchos amigos, ni nada parecido... es por eso que cuando llegué aquí, pensé que podría cambiar ese aspecto mío. Por eso es que soy insistente contigo, quiero ser tu amiga —le dirigí una gran sonrisa.
—Eres una tonta ____...una tonta agradable —Me detuve al escuchar esa última frase mientras el siguió el camino.
—Hitoshiii —corrí para alcanzarlo— repite eso último, vamos, vamos.
—Retiro todo lo que dije antes.
—Puff, bueno, quedará inmortalizado en mi memoria. Por cierto, no respondiste, ¿Te cae mal Todoroki?.
—Ni siquiera lo conozco.
—¿Eh?, entonces, ¿qué fue eso de antes?.
—¿De qué hablas?
—Ya sabes, esa mirada de "uy quieto" que le distes —dije mientras intentaba replicar aquella acción.
—¿"Uy quieto"?. —Soltó un suspiro—Solo pienso que los del curso de héroes se creen demasiado.
—¿Te hicieron algo?.
—No... solo eso.
—Uh, bueno, esta bien.
Hitoshi compró algunas cosas en la cafetería y después tomamos asiento en una mesa.
—Ahora vete, solo hable contigo por que estabas en mi asiento.
—No lo haré, no quiero estar sola, a parte... —mi estómago gruño debido al hambre y me avergoncé, no había comido nada desde la mañana.—Perdon, es solo que yo... ah.
—Pff... toma —Extendió una rebanada de sandwich— comelo. No me gusta.
—Hitoshi... eres tan amable —solté una pequeña carcajada y el un chasquido.
El resto del descanso estuve con Hitoshi, al parecer ya no le molestó tanto, aún seguía ignorandome, pero no me importaba, algunas veces hacía algunos comentarios sarcásticos y eso me hacía feliz.
—Woah, por fin terminó el día —Me acerque para hablar con Hitoshi.—Por fin dejaras de molestar.
—Tsk, si claro. —Junte todas mis cosas y me dirigí a la salida del aula mientras agitaba mi mano en son de despedida— Nos vemos mañana Hitoshi.
—¡Shinsō!
—¡No! —le saque mi lengua y solté unas pequeñas carcajadas.
—Solo vete, tonta. Adiós.
—Wow, ni siquiera para despedirte eres bueno. En fin, hasta mañana. —salí de aquel cuarto donde tomaba las clases— Bien... ahora tengo que ir al salón "1 A", se supone que ahí me veré con Aizawa-sensei para irnos a su casa... andando.
Caminé unos poco minutos antes de llegar a la puerta de aquel salón donde se encontraba Aizawa-sensei.
—Al parecer es aquí, wow, esta puerta es incluso más grande que las anteriores. Bueno, no importa. —Dirigí mi mano para tocar la puerta, pero antes de que realizara esa acción alguien la abrió.
—¿De nuevo tú?
—Ah, lo siento, yo iba a tocar la puerta.
—¿Qué haces aquí?, ¿estas obsecionada conmigo o qué?.
—¿Ah?, ni siquiera sabía que tu estabas aquí, no te quieras hacer el importante.
—Todoroki, ¿hay algún problema?... ah, eres tu, dame 5 minutos y nos vamos, espera ahí afuera.
—Si, claro —le dije a Aizawa-sensei.
—¿Tu y Aizawa-sensei?, ¿Acaso eres su hija?.
—Pff, ¿de qué hablas?, necesitas dejar de ver demasiadas películas, Todoroki.
—Hmm, como sea. Necesito irme, ¿puedes hacerte a un lado?, estás en medio del paso.
—Oh, si claro. Lo siento. Nos vemos —moví mi mano despidiendome y el solo asintió.— Lo sigo diciendo, es raro.
—____, vamos. Pasaremos a comprar comida, dudo que haya en casa.
—Justo iba a decir eso y como dije que me encargaría de que comiera mínimo 3 veces al día, necesitamos suficiente comida para eso.
—Adiós a mi sueldo.
—L-lo lamento yo trataré de no comprar cosas demasiado caras.
—No importa, de todos modos no tengo demasiadas cosas en que gastar, bueno, tenía.
Aizawa-sensei y yo salimos de la U.A. y nos dirigimos a comprar víveres, al terminar llegamos a casa, cenamos y nos fuimos a dormír.
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Diferentes Realidades [Todoroki Shōto X Reader]
AcakSeguir la corriente en un mundo completamente distinto al tuyo es difícil, pero, encontrando a buenos compañeros de viaje se hace más llevadero. Entre esos compañeros, el destacó. Sus ojos y cabello bicolor, su voz, su tacto, sus palabras, su templ...