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Recomiendo leer el capítulo con música de Chase Atlantic, especialmente esta canción o Swim.
A la mañana siguiente mi alarma suena a las ocho de la mañana. Tenemos que estar abajo a las nueve y media y se que estoy madrugando para nada, pero prefiero eso a tener que despertar con Vinnie.
Miro a un lado de mi cama y el todavía está dormido, boca abajo, así que ni siquiera puedo verle muy bien la cara. Suspiro y me quito la manta pasando mis piernas al suelo para levantarme. Me dirijo al baño y una vez dentro de desvisto. Me doy una ducha y enrollo una toalla alrededor de mi cuerpo. Me acerco al lavabo para maquillarme un poco.
He dormido fatal, más bien, creo que no he pegado ojo más de dos horas. Lo siento, no podía soportar el hecho de estar durmiendo con el. Ni siquiera sabía si era tenso, incómodo o simplemente estaba dándole muchas vueltas a todo en la cabeza. El ha dormido como un oso, claro, la única rarita soy yo.
Me aplico corrector y base tapando mis ojeras. Salgo del baño y oigo movimiento en la cama, con miedo de que me descubra tan lijera de ropa, tomo rápido lo que tengo que llevar puesto a la nieve y me encierro en el baño, poniéndole pestillo.
Suspiro apoyándome una puerta y me llevo una mano al pecho, ni siquiera de proaue estoy actuando tan extraño cuando el parece tan tranquilo. Aprieto la toalla con fuerza porque estaba poco de caerse.
Me separó de la puerta y dejó caer la toalla. Me pongo la ropa interior y entonces me pongo los pantalones de nieve, que son muy calurosos y... Bastante horribles pero al menos, me hacen buen culo, lo admito. Tomo la camiseta para ponérmela y entonces llaman a la puerta.
—¡abre! ¡Me estoy meando!—exclama Vinnie.
Suelto una risa—Pues te aguantas, que me estoy cambiando.
—¡te juro que tiro la puerta abajo!—grita y parece urgido.
Suspiro, como no quiero una pelea de buena mañana, decido que es mejor simplemente ponerme la camiseta interior y abrir la puerta. En el momento en el que quito el cerrojo, esta se abre por si sola y Vinnie sale corriendo. Me giro a decirle algo pero oigo como sw desabrocha el cordón del short de pijama y entonces salgo corriendo del baño, asustada
—¿No tienes ni una pizca de vergüenza en tu cuerpo?—pregunto, de espaldas a él.
—No—responde tirando de la cadena—Cierra, que me voy a dar una ducha.
—¿ahora tienes vergüenza o que?—Pregunto burlona sin siquiera darme la vuelta.
—No, ¿Quieres ver como me ducho o qué?—pregunta de mala manera.
Okey, ya veo que no soy la única que tiene mal humor por las mañanas.
Cierro la puerta del baño sin decir nada. Procedo a colocarme la camiseta térmica, el polar de nieve, los calcetines gordos y unas botas. Hace calor, pero es que luego hará mucho frío. Me peino el pelo y me lo ato en una cola alta. Tomo mi móvil y le mando un mensaje a Daisy, que me dice que ya está abajo desayunando.
