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2 años más tarde.
—¡Todavía no me lo creo!—exclamo para oír el gritito de emoción de Riley al otro lado del teléfono—Han sido dos años
—Me muero porque vengas a New York, tengo muchas cosas que enseñarte, además, llevo sin verte seis meses, miedo me da que aparezcas llena de piercings o...
—Riley, pareces mi madre, solo me he hecho un tatuaje, no exageres—suspiro y ella resopla
—¿que será lo siguiente, robar coches, que te encuentre borracha en una de las calles o...
—Lo siguiente será atiborrarme a pizza grasienta y perritos calientes en Times Square—la interrumpo con emoción en mi voz
—¿cuando sale tu vuelo?—me pregunta ella
—Se supone que en nada, pero llevo ya un rato en la puerta de embarque y...—juego con mis dedos en mi regazo, sin poder evitar morirme de miedo
—No estes nerviosa...¿si?—me pregunta bajando la voz, y la conversación se torna tensa—Yo estaré contigo
—Es solo que, él también estará ahí, y no es que no me alegre de verle es que...—no terminó la frase, el miedo me hace sentir un nudo en mi garganta
—Sois dos personas maduras, más o menos, y aunque haya pasado mucho tiempo desde que os visteis por última vez no tiene porque ser horrible reencontraros—me sermonea ella y yo niego
—¿Troy no le avisó de que iba,no?—pregunto alzando una ceja, porque algo me dice que no está muy segura
—Eh...se le pasó pero creo que...
—Riley, búscame un hotel—le pido interrumpiéndola
—¡que infantil eres! No te voy a buscar nada, deja de...
—Es que no quiero estar con él en casa y que traiga a esa tal ájennos, no quiero verla—hago una pausa y añado—Bueno, no quiero verlo
—No te comportes como una niña, ya tienes 20 años, Nerea—me reprende y yo suspiro
—Se supone que siendo mi mejor amiga deberías animarme a joderle todo con ella—le digo con recelo
—No, de hecho te ayudo a conservar la dignidad y a comportarte como alguien normal—me dice ella y pongo mis ojos en blanco—Y no ruedes los ojos, se te quedarán trabados
—¿y tú como sabes que lo he hecho?—pregunto confundida
—Lo sueles hacer cuando no te doy la razón—canturrea ella y yo me rio—Bueno, tengo que colgar
—¿han llegado a casa,no?—pregunto incómoda
—Si, Vinnie y Jenn están aquí—asiente y hace una pausa—llámame cuando llegues
