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Narra Vinnie *7 meses antes*
—¿Realmente tienes algo tan importante que hacer?—me pregunta Nessa cuando llego a la puerta de mi casa.
La miro apartando mi mirada de las ventanas de mi casa para tirar el cigarro al suelo y pisarlo. Mi madre no sabe que fumo, sé, que no se va a enfadar o algo así, pero también sé como es y que le decepcionará y entristecera. Me gustaría no tener que fumar al menos uno al día, pero es una costumbre, algo que necesito y me relaja. Lo tengo bajo control, no consumo demasiado, pero no tengo pensado dejar de hacerlo, por mucho que sea consciente de las consecuencias.
No tengo miedo de decepcionarla, sino de parecerme cada vez más a mi padre. Ella odiaba que él fumase.
Mi parecido físico a él es algo que la gente que me conoce desde que era pequeño ha notado, y es que según mi familia paterna, somos como dos gotas de agua. Claro, también hace como ocho meses que no los veo, y siendo su hijo el que está muerto, puede que mi abuela sea un poco subjetiva.
Sea como sea, no me quiero parecer a él, no quiero verme relacionado porque no quiero ser como él ni como nadie. Siempre me he sentido presionado por tener que seguir su ejemplo y es asfixiante, por eso no me gusta que la gente que me conozca vea fotos de mi padre, o que la gente que lo conocía me diga algo como "cada vez te pareces más a él". Prefiero que solo vean a mi madre. De ella si estoy orgullosa.
—Mi madre me ha llamado y parecía nerviosa, así que si, si tengo algo que hacer—le digo, y sueno un poco brusco, supongo, pero es que para mí la familia, siempre será lo primero.
—Espero que no sea nada grave, entonces—asiente ella y me sonríe—¿nos vemos mañana?
Le miro burlón—Mira que eres insaciable.
—No siempre que nos vemos tenemos que follar, Vinnie—alzó mis cejas y ella rueda sus ojos—Bien, como sea, si prefieres quedamos con los demás.
Nessa y yo nos conocimos cuando me mude a este pueblo, con solo cinco años. Fue cuando la empresa de mi padre comenzó a prosperar, a hacerse más famosa dentro del mundillo y... Llegamos aquí, donde había muchos ricachones a los que salvarle el culo. Así que por mucho que este sea un pueblo pequeño, la oferta de trabajo para una empresa secreta y discreta de seguridad personal, no está nada mal.
Desde pequeños, fuimos amigos, así como con Jordan y Troy. Éramos los cuatro. Yo siempre he sido más cercano con Jordan y con ella, porque Troy era más sociable, por su hermano mayor y porque su padre es el dueño del bar más famoso del pueblo. Pero aún así, siempre hemos sido un grupo muy cerrado, que quedábamos casi diariamente, llendo a una extraña casa que descubrimos un día en el que íbamos muy ciegos y huimos de la patrulla de policía del pueblo
Pero... Algo cambió hace cuatro meses, porque Troy, empezó a salir o a quedar con una chica que se llamaba Riley, de la escuela privada y Jordan, cada vez podía salir menos, ya que tenía que ayudar a su padre en la carnicería. No es que el grupo se separase, seguíamos viéndonos todas las semanas pero claro, no tan frecuentemente. Empezamos más a quedar Nessa y yo.
