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Como todo un caballero, Vinnie me lleva a casa sin ningún tipo de queja. Claro, no es educado o algo así, solo que creo que ambos necesitamos alejarnos. Al menos yo sí, no entiendo que demonios me pasa con el pero necesito calmarme y pensar bien las cosas, porque no quiero precipitarme.
Definitivamente me atrae, si, claro que si. Físicamente Vinnie esta mucho más que bueno, joder, es el chico más guapo que he visto en mi vida y nunca crei que alguien como el fuese mi prototipo. Y personalmente... No, no me puede atraer. Es decir... ¿Por qué me atraería alguien solo por ser arrogante, idiota, maleducado, desagradable, borde, arisco....? Bien, si, me atrae también personalmente y me siento la persona más masoquita del mundo por eso.
Vinnie aparca la moto frente a mi casa y miro el reloj de mi muñeca. No es tarde, llego justo a tiempo para que cuele que no me he saltado las últimas tres horas, perfecto. Me quiero el casco de la moto y me bajo de ella, Vinnie no hace nada así que suspiro y se lo doy. Un silencio se instala entre nosotros, tan tenso como la mayoría de los silencios y no se si despedirme y agradecerle que me deje en casa, o irme haciendo la ignorada del siglo. Se que el no tendría ningún problema en que simplemente me vaya pero.... Desgraciadamente, yo no soy así.
—Gracias por traerme—le doy una sonrisa forzada—Adiós.
—Adiós—dice simplemente.
—Eh... Mantenme avisada si Bill contacta contigo, si tienes alguna sospecha o...
—Si, lo pillo, te avisaré—asiente—Supongo que te buscaré en la parte trasera del colegio fumando.
—Supongo que si, es nuestro lugar—ironizó.
—No te pongas sentimental, rubita—niega con una pequeña sonrisa.
—¿eres un idiota, sabes?—me rio—¿y que harás si no me encuentras ahí?
—Encontraré la manera de dar contigo—se encoje de hombros.
—¿y si no...?
—¿quieres darme tu número, Nerea?—pregunta interrumpiendome.
—Yo no he dicho eso...
—Pero lo sugerías.
—Bueno... Si.
—Esta bien, dame tu número, pero no prometo llamarte más bien... Bloquearte y agregar tu número a la lista negra ¿si?—pregunta con una sonrisa burlona en su rostro.
—Si eso es lo que te hace feliz pues está bien—ruedo mis ojos divertida.
Vinnie no aparta la mirada de mi mientras urga en su bolsillo. Inconscientemente me cruzó de brazos y me humedecto los labios. Su mirada va de manera inconsciente a ellos y no puedo evitar sonreír. No sé si me odia o le atraigo pero un beso resolvería muy bien todas nuestras dudas. Aún así, el orgullo de ambos va por encima de todo y ninguno de nosotros quiere perder.
