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—¡voy a suspender!—se queja Dixie saliendo de clase de matemáticas junto a mi
Le miro de reojo y ando con rapidez para seguirla. Se lleva las manos a la cabeza y se revuelve el pelo negando con la cabeza dramáticamente. Acabamos de tener un examen de matemáticas y no me avergüenza decir que lo he bordado. Nunca he sido una empoyona ni nada parecido pero tampoco me ha costado sacar buenas notas. Si, soy de las que aprueba sin estudiar. Pero claro, estando castigada y sin poder hacer nada, tengo tanto tiempo libre, que incluso he estudiado, así que esta vez me dará la nota para más que aprobar. Acabo alcanzando a Dixie que se dirige a la cafetería.
—Tranquila, no contaba mucho Dixie—la trato de animar dejando una mano en su hombro.
—¡pero contaba! ¡Y se que en los trimestrales lo haré aún peor! Aunque sea esperaba sacar algunos puntillos en el examen...—se lamenta.
Nos dirigimos a la cola—Bueno, ya sabes que el señor Collin siempre es generoso.
—Quizás si me subo la falda...—comenta divertida
Niego con una sonrisa—Estoy segura casi al cien por cien, de que el señor Collin es gay, Dixie.
—Siempre se puede cambiar de bando...—vacila ella.
Ruedo mis ojos—Ya, creo que será mejor que estudies para el siguiente examen
Una vez que llegamos a la cola para coger nuestra comida veo llegar a Riley y a Amelia por la puerta. Les sonrió y les saludo y ellas me devuelven el saludo y la sonrisa. En unos segundos, están esperando la comida junto a nosotras.
—¿como os ha ido el examen? Nosotras lo tenemos mañana—nos pregunta Amelie.
—A Nerea no lo se, pero yo no espero superar el tres—responde Dixie.
—A mi me ha ido bien.—me encojo de hombros.
—Hoy estudiaré sin falta, no he pegado ojo en toda la semana porque estoy muy nerviosa, el señor Collin es un cabron y siempre va a pillar. No quiero bajar mi media—Amelie habla muy rápidamente.
—Tranquila, que no dejaras de ser presidenta de los Estados Unidos por suspender un examen de matemáticas—ironiza Riley
Me rio. Amelie es muy exigente consigo misma pero también tiene puestas unas metas muy altas. En el tiempo que llevamos aquí, no la he visto no atender un solo segundo a clase, bajar del sobresaliente en un examen, no ser increíblemente puntual a todas las clases, faltar algún deber... Es perfecta y constante en todos los sentidos. Bueno, no solo es la capitana de las animadoras, también la delegada del consejo escolar de nuestro instituto. Realmente la admiro.
—Pero bajará la media de mi trimestre—Dixie y Riley ruedan sus ojos y Amelie me mira a mi—TU me entiendes...¿No?
—Claro, no hay ningún problema en que te importen tus estudios—me encojo de hombros.
