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Maraton ½
Decido tomar todas mis cosas de la habitación antes de que Vinnie venga, para ahorrarme el tener que dar la cara de nuevo frente a él, las situaciones violentas e incómodas. Meto todo rápidamente en mi maleta y salgo de la habitación, mirando por los pasillos. Llego al final del pasillo y llamo a la puerta de la habitación de Daisy.
Esta me abre con una mueca de picardia, ella sabía que yo me iba a reunir con Vinnie así que supongo que esperaba que hubiese pasado algo. Mi expresión supongo que le deja claro que no, y que tampoco estoy para explicaciones. Me sonríe y se aparta de la puerta dejándome pasar. No hace ninguna pregunta durante toda la noche y nos la pasamos viendo comedias románticas. Bueno, yo lloro, y ella también, pero creo que solo lo hace para que no me sienta tan patética.
Puede que sea cobarde por mi parte el venirme aquí a dormir, pero no tengo nada más que hablar con Vinnie, y espero poder separarme un buen tiempo de el para que me vuelva a ser completamente indiferente, como al principio. Se que echaré de menos sus comentarios sarcásticos o fumarme un cigarro con el, pero nada más. Podré hacerlo, ni siquiera vamos a la misma escuela porque ella va a la de chicos, y encima estamos en las vacaciones de Navidad, por lo que tengo más de dos semanas por delante hasta que haya algún partido y tenga que acompañarle por ser su animadora.
Como odio esto.
No me arrepiento de la decisión que he tomado, creo que por primera vez me he querido un poco a mi misma y me he mantenido firme. Puede que no tuviese que haberle dejado besarme pero quería probar esa sensación por última vez. Como sus labios rozaban los míos nada más tocarse, como no tardaban en encontrar un ritmo salvaje, como nuestras lenguas luchaban, como sus manos tocaban mi cuerpo, nuestra respiración mezclada... Basta, me estoy haciendo daño, no puedo extrañarlo cuando solo hace tres horas que he puesto punto y final a esto.
Si para el solo fue sexo, me tengo que convencer que solo ha sido eso. Se que me costará sacarme su esencia y todo lo que ha pasado de encima pero total, yo siempre tuve claro que no era su tipo, ni siquiera creí que esto pasaría.
...
—¿Qué harás en año nuevo? ¿Irás a la fiesta?—me pregunta Daisy mientras subimos al autobús.
—Pues... Ni idea—mi plan era quedarme viendo películas hasta el día siguiente, dado que estoy sola, pero no digo eso—¿merece la pena?
—¡claro! Todo el mundo va pedisimo en esa fiesta, y siempre hay drama por todas partes. Parejas que rompen, que se forman, alguno le da un coma etílico...¡Es una pasada!—me cuenta emocionada.
Pongo una mueca, drama es lo último que necesito en estos momentos, pero al darme cuenta de lo ilusionada que está y cuando recuerdo lo que me dijo de sus padres, pienso que en verdad quiere que vaya. Ella se ha comportado tan bien conmigo que no me gustaría perderla ahora, así que acabo accediendo.
