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Narra Nerea
—¿En qué andas tan pensativa tú?—me pregunta Riley en el vestuario y yo le doy una mirada cansada—Oh, no me digas que él sigue sin responderte
—No es solo que....—Trato de evitar el tema pero no se me ocurre una excusa
—Ya, que no nací ayer, Nerea—Se queja con una nueva—Mira que me empezaba a caer bien....
Suspiro mientras termino de atarme una cola alta junto a un lazo blanco conjuntado con el uniforme de animadora. Una semana y media, ese tiempo lleva evitándome. Y puedo ser exagerada porque en teoría él y yo no somos nada, no tiene porqué darme explicaciones y mucho menos verme todos los días pero.... es que eso se estaba volviendo costumbre hasta que se fue de esa manera tan rara de mi casa.
Y yo no entiendo nada.
No sé si hice mal en presionarle, no sé si hice mal al intentar averiguar algo de él, no sé si debí contarle el porqué de mis pesadillas para que él tomase confianza y me contase lo suyo...El punto es que no sé nada, y como parece decidido a pasar de mí de todas las maneras posibles, así voy a seguir.
Es que ni siquiera lo he podido ver, y empieza a ser sospechoso, no sé, me parece raro que de repente tenga tantas cosas que hacer cuando antea se pasaba el día intentando que nos veamos aunque sea cinco minutos.
—Mira, entiendo que no quieras hablarlo—me dice ella al ver que pongo mala cara con la mención de el tema—Y creo que será lo mejor porque estás hermosa con el maquillaje que te hice y no quiero que un idiota te haga llorar y lo desperdicies—sonríe tomando mi rostro—Además de que hoy es un día importante, no pienses en él, anda.
Tiene razón. Hoy vienen los patrocinadores. Al principio pensábamos que solo era para los jugadores del equipo de béisbol pero al parecer no es solo para ellos sino que también hay ojeadores para nosotras, las animadoras. Es verdad que yo no necesito una beca en ninguna escuela porque dinero no me falta, pero es que ese tipo de academias no te aceptan solo por el dinero, sino por el talento. Ni siquiera sé si quiero dedicarme a esto pero nunca esta mal tener varias opciones.
—Tienes razón, al igual quiero verte a ti sin pensar en la comida con la madre de Troy...¿si?—le pregunto levantándome de la butaca del aseo
—Eso si que es imposible, no sé cómo lo hace esa mujer pero intimida mucho, además creo que no le di buena imagen o...
—Eso es imposible, yo me encargué de que fueses guapísima—la interrumpo recordando como le daban crisis nerviosas en mi casa mientras escogíamos su ropa
-—No cantes victoria tan pronto, la madre de Troy siempre saca defectos de donde no parece haberlos y...
—Riley—la interrumpo antes de que tenga un ataque de ansiedad y la tomo de los hombros para que me mire a los ojos—Viniste contenta a mi casa después, deja los nervios ya.
