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Todo en la casa gritaba solo, ese día fue que comencé a mirar diferente a Sehun, el era solo una cebolla que se tenía que pelar.

- puedes bañarte - lo extraño es que habíendo más habitaciones me llevara a la suya.

- ¿aquí?.

- si, dormirás aquí está noche.

Se desprendió de su camisa con tal naturalidad que incluso no sentí vergüenza, no obstante, me negué a mirar lo que su cuerpo bien esculpido me podía brindar.

- deberías cambiarte en otro lado - con molestia fingida reproché.

- ¿por qué?, te molesta - me sonroje al mil, recordé la ocacion que mire su cuerpo desnudo enmedio de la cancha.

Llena de vergüenza corrí a el baño, el salió también de la habitación, me retire la ropa no sin antes cerrar muy bien la puerta, ¿Que rayos hacía?. Cuestioné firmemente mi decisión, como pude acceder tan rápido a ir a la casa de mi acosador.

- la ropa está en la puerta.

Su anuncio alarmó mis sentidos, corrí a la puerta para asegurarme que estaba cerrada, espere a que se marchara, abrí y tome un conjunto de pijama que puso ahí. El podía también ser un chico lindo.

«¿Soo Young que estás haciendo?»

Mis adentros comenzaba tener una pelea por mis actos y mis pensamientos. Enmedio de todo me di la ducha más rápida de mi vida, el agua tibia le cayó muy bien a mi cuerpo dolorido. Sali tan pronto entré, en la cama yacía Sehun recostado con una caja de madera sobre su vientre.

- listo - enderezó su cuerpo al mirarme, golpeó su mano en la cama sugiriendo sentarme ahí.

Atendí la sujerencia, me senté a su lado, abrió la caja de madera para descubrir que era un botiquín, tomo blanditas y alcohol, frotó una gasa con ello y limpio mi brazo adornado con un pequeño arañazo.

- ¡¿No crees que exageras?! - arque las cejas.

- no.

- si, si lo haces - refuté pero el simplemente me ignoró.

- mañana esas mujeres estáran muertas.

Parecía tan verás al expresarse, pareciera que era capas se eso y más. No quise entrar en su juego de responder "no lo hagas", al final el sabía lo que hacía. Luego de limpiar la herida me recostó en la cama cuál madre a su bebé, su mirada me daba una tranquilidad que nunca pensé sentir a su lado.

Dormí antes de mirar que saliera de el cuarto, no se ni por qué lo hice pero solo me deje llevar, por fortuna Sehun enmedio de su caos existencia era un caballero. No me di cuánta cuando se fue, pero lo hizo.

A la mañana siguiente el olor a café recién echó me despertó, incorpore mi cuerpo aún desorientada, era una sensación nueva el despertar en otro hogar.

- come - en su boca todo lo que el decía parecían órdenes así que le respondí a la altura.

- si su majestad.

Algo así.....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora