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— ¿como amaneciste? — una dulce voz casi celestial cuestionó apenas desperte.

Era irreal.

(Flashback)

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(Flashback)

La noche anterior...

Luego de escuchar la sinceridad de su corazón respondí — jura que cuando se vuelva difícil me dejarás — clame mirando otra vez sus ojos

—¿Por qué lo haría?, ¿Por qué te dejaría? — frunció el ceño — ¿Que todavía no entiendes? — tomo mis brazos — quiero pasar el resto de mi vida contigo, quiero despertar en tus brazos, quiero mirar tu cuerpo desnudo después de hacer el amor y cuando tengas mis hijos, quiero pelear contigo y sentir que te odió algunas veces, quiero estar cuando llores, cuando rías, cuando te lamentes, quiero ser todo para ti y que lo seas para mí, quiero mirarme encanecido a tu lado mirando tus hermosos ojos mientras beso tus labios y que tú cabello salvaje juegue en mi rostro como la primera vez que te besé, y no, yo no me cansaré de ti, no podría, por qué jamás había sentido algo así.... Y creo que es algo que nunca sentiré jamás.

Unimos nuestras bocas en un beso, ese tipo de besos que son espectaculares y hermosos, nos besamos asta estar sobre su cama uniendo nuestros cuerpos delicadamente, nos unimos en un mismo ser a través de la piel, hicimos el amor y fue grandioso.

Sus labios en mi cuerpo fueron como pinceles adornando mi ser, y yo....., Bese cada rincón de su anatomía perfecta, deje que mis emociones fueran egoístas. Sabía que sería difícil y que en algún momento podría ser duró, pero el valía la pena, valía todo en el mundo. Luego de terminar gire avergonzada por estar así tan expuesta a sus ojos sin embargo no me miraba con lujuria más bien me veía como algo frágil que no quería lastimar, puso una manta en mi piel y me abrazó delicado asta que caí en sueño.

(Fin)

— bien — inqueri acomodando mi cabello salvaje — ¿y tú?.

— no es necesario — mencionó arrebatando mis manos — así te vez hermosa — entendí que era sobre mi cabello.

— no digas locuras — seguí con mi arregló.

— es verdad, me encanta tu larga cabellera azabache y salvaje — se acercó a mi — eso me enamoró.

— estás diciendo que te enamoraste de mi cabello.

— bueno también de tu tracero, tienes uno grande y bonito.

— ¡oye!. — golpe su hombro.

Algo así.....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora