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Desperté al día siguiente sin ropa que cubriera mi cuerpo en la cama más inusual de todas, la de Kim Taehyung. Ensima de ello no recordaba absolutamente nada después de la charla en el estacionamiento del bar. De Yuna no supe nada incluso no supe cómo salimos del sitio.

La cabeza parecía que me explotaría,  las botellas de vodka estaban aniquilando mi mente en todas las formas posibles, la parte más afectada la moral. Me levanté de la cama enrredada en las sábanas asta llegar al pasillo.

En la puerta encontré el cuerpo parado  de Kim apunto de entrar a la habitación, su piel estába húmeda y su cabello alborotado sacudía pequeñas gotas de agua tibia.

— ¿te ducharas?. — cuestionó al cruzar mirada con mis ojos adormilados.

— ¿Que paso?. — pregunté.

— puse un poco de ropa en el baño. — desvío la vista y entro en la recámara.

— ¿Que paso? — volví a preguntar.

— es mía, así que es amplia, pero puede ayudar.— rápidamente me dió la espalda miéntras urgaba en el armario.

— ¿Me dirás qué pasó? — insistí con tono más violento.

— puedes irte después de eso. — siguió sin responder.

Su orden me pareció fría e incomprensible, aún no sabía por qué estaba desnuda en su cama y que había pasado la noche anterior, no obstante, me corría de su casa sin querer hablar nada.

— me iré cuando me digas que pasó — aún sin mirar atrás tomo una camisa de su armario.

— no tuvimos sexo si a eso te refieres.

— ¿Cómo llegué aquí entonces?.

— ¿Cómo crees?, Te traje.

— ¿Y mi ropa?.

— te la quitaste.

— ¿Yo?.

— creiste que estabas en casa, te desnudasté y luego entraste en la cama por obvias razones tuve que dormir en la sala así que no toque ni un pelo de tu cabeza.

Me sentía más tranquila pero no del todo.

— ayer, ¿Dije algo inusual?. — esbocé lentamente.

Se detuvo a medio cambiar, sus manos sostenidas a las puertas del clóset apretaban con fuerza las manijas, suspiro con demasiado inpetu y respondió.

— dijiste lo necesario.

— ¿Que necesario?. — volví a inquerir odiando de antemano mis palabras.

— Soo Young, entendí lo que dijiste así que solo sal de mi casa y continua con tu vida... — giro a mi, pero su vista había perdido toda fuerza — ...yo haré lo mismo.

yo haré lo mismo

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