¿Que un clavo saca a otro?.
Mal consejo.
Será posible que un amor ayude a olvidar otro, que tan frágil puede ser un sentimiento en para desaparecer o que tan profundo para quedarse.
Levanté el brazo lleno de toda frustración que tenía y golpe su perfecto rostro — y es por eso mismo que jamás estaré contigo, me das asco, me besas teniendo a jisso dentro destruida por amor, ¿Que clase de mounstro eres?.
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Corrí, corrí por los pasillos asta mi auto llena de asco, dolor, repugnancia, y traición. Iba a conducir cuando una llamada de Sehun entro.
— ¿donde estás?.
— en el hospital.
— ¿Hospital?, ¿Te sientes bien?.
— estoy bien, es..... — sería demasiado decir que mi amiga sufría así que mentí un poco — visite a alguien.
— ¿A esta hora?.
— bueno si, ¿Tu dónde estás?. — cambié de tema.
— fuera de tu casa.
— ¿Que haces ahí?.
— quería verte. — no era mala idea.
— ¿puedo ir a tu casa?. — tomaría refugio en su persona, algo bajo pero funcional.
— claro.
Era muy tarde pera estar con Sehun, sin embargo me ayudaría bastante, de regreso pase a la farmacia de nuevo, luego llame a Jim para decir que me quedaría fuera y fui donde Sehun.
— hola bonita.
Saludo en cuanto me miró salir del carro e ir a su encuentro, sabía que era un poco ortodoxa nuestra cita nocturna y más en su casa y a nuestra edad.
— hola guapo.
Entramos, Sehun parecía agobiado por algo al respecto pero no quise preguntar, sabía que hablar de su madre o familia era algo doloroso así que solo decidí fingir no saber. Nos recostamos sobre el sofá a escuchar música clásica, algo característico de el.
— Soo...
— si.
— ¿Puedo preguntar algo?.
— si.
— ¿Podrías odiarme?
— ¿Por qué abría?, Eres perfecto.
— si no lo fuera ¿me odiarias?.
Pensé con detenimiento sus palabras, está vez era la tercera vez que me preguntaba cosas así, como si tuviera por qué preguntar.
