Algo así.....

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Su preciosa mirada impregnó mis sentidos, ¿Era real?, ¿Estaba ocurriendo?.

No podía decir nada y el tampoco hablo. Era el, el hombre de mis sueños estaba frente a mi con una mirada peligrosa. Enmudeci, quería decir algo pero las palabras no salían.

Al salir de mi letargo di un saludo cortes al sonreír y asentir la cabeza pero seguía muda. Entonces el habló...

— ¿Te extrañé!. — dijo mientras sus ojos temblaban.

¡¿Lo hizo?!.

¡¿Me extrañó?!.

Y yo.....

Agache la cabeza, una parte de mi seguía con todo el remordimiento de antes, no podía, no merecía que el pasará por eso.

— no te extraño — dije con la mirada puesta en sus ojos, ese par de ojos color ámbar que combinaban perfecto con su todo.

— es así — levantó las cejas y lamió su labio antes de sujetar la puerta y volver adentró con una falsa sonrisa.

Retrocedi dos pasos en tanto la puerta cerraba, su mirada ya no era mía. Dos pasos más me alejaron de la puerta acercándose a mi casa, tome la llave e introduje con calma o quizá media muerta.

¿Que había dicho?.

¿Era lo justo?.

El sonar de la llave girar dentro de la cerradura parecía no tener fin, incluso ella sabía que no eran ciertas mis palabras y que nada de lo que dijera era bueno, la desesperación también crecía en mi pecho, sabía que no habría otra oportunidad, era hoy o nunca.

Solté la maleta y toque la puerta firmé, apenas mire un pelo de su cabeza me arrojé a el, su pecho me recibió con calidez, sus manos en mi cintura se sentían tan bien.

— lo hice — sollose — te extrañé como una loca.

Abrumada por la situación me sentía sobrepasada, finalmente expresaba mís propios sentimientos a aquel que los tenía desde hace mucho. Finalmente liberaba todo por lo que sufrí.

— ¿Por qué? — deseoso de obtener más de mi levantó mi barbilla asta su cara, podía sentir el calor de su respirar — ¿Por qué me extrañaste?.