29. No estoy enamorada

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DAVINA

No puede ser.

Buscaban los mismos tipos de sangre que yo tengo. Mierda. No me lo creo. Todo este maldito tiempo buscamos e investigamos en el lugar incorrecto. ¡Maldición, los querían a ellos! Siempre fueron ellos pero la gran pregunta ahora es ¿para qué? ¿Con qué fin?.

Y es allí donde recuerdo el artículo científico que leí meses atrás. «Estos tipos de sangre probablemente puedan curar enfermedades letales, degenerativas y más». Y donde una idea para nada bonita azota mis pensamientos.

Los están usando.

No hay otra explicación, están experimentando con ellos como si fuesen ratas de laboratorio tal como...¡Carajo! Agarro mi cien al sentir mis neuronas hacer sinapsis a gran velocidad cuando ciertas piezas encajan perfectamente en mi cerebro dándome y esclareciéndome un mejor panorama de mi pasado.

—¡Hey!—un leve tirón de mi meñique hace que vuelva a la realidad-¿Qué tienes? ¿Estás bien?—susurra Mikhail mientras mis ojos se desvían hacia mi mano, su meñique está envolviendo al mío y no parece tener intención de soltarlo hasta que le responda.—¿Qué tienes? Háblame—vuelve a preguntar tomándome de la barbilla para mirarlo.

—Yo...

—Bien suficiente. ¡Sus estúpidas escenitas a otro lado!—la voz del fundador me hace reaccionar cortando todo tipo de tacto con el ojiazul—¡Fuera de esta junta!—demanda Becker más furioso de lo que debería; desde que ingresó no ha parado de lanzarme cuchillas con los ojos, como si quisiese matarme y esta "escenita" ha sido el detonante de su furia irracional contra mí.

—No. Nos quedamos y punto final—lo reta su hijo con su mano envolviendo mi muñeca.

Becker abre los ojos con sorpresa como no pudiendo creer lo que ha dicho su primogénito mientras el resto nos mira a los tres minuciosamente esperando el siguiente movimiento.

—Es una orden, Mikhail.—camina hacia nosotros con la ira saliéndose por los poros—Soy su superior asi que lárguense de aquí o si no...

—¡¿O si no que?! —me suelta y sus torsos chocan retándose con braveza— ¿Me golpearás? ¿Me sacarás de mi puesto?

La tensión abrumadora entre ellos se respira en el aire, el aura siniestro se hace presente, la oscuridad se desborda, parece un duelo de alphas queriendo doblegar al otro a cualquier costo.

—O te sacaré a las malas, niño malcriado.—susurra solo para ambos pero logro escuchar cuando intento calmar las aguas negras que han provocado interponiéndome en el medio con mis manos sobre sus torsos.

—Cálmense, por el amor de dios.—paso mi mirada de uno a otro— No estamos para pelear entre nosotros, hoy más que nunca necesitamos estar unidos para poder rescatar a los soldados.

—Sí claro—bufa el padre de Mikhail rodando los ojos—Como si te importara eso, maldita cabrona—sujeta mi muñeca apretándola con suma fuerza—Lo único que quieres es el poder y dinero que te puede dar mi hijo usando tu coño como una prostituta.

Mi ceño se frunce exageradamente. ¿Pero que se ha fumado este hijo de puta? ¿Realmente este es el hermano de Ben? Porque enserio es una mierda.

Intento golpearlo por tal falta de respeto pero Mikhail se me adelanta sorprendiéndonos a todos, en especial a mí, y lo lleva contra el suelo. Todos se alejan con rapidez dando espacio a la pelea, saben que no pueden hacer nada pues en un arrebato hasta son capaces de despedirlos o matarlos con la furia que cargan.

Mikhail intenta colocarse sobre él pero Becker no se lo permite cuando le lanza una patada haciéndolo retroceder y dándole tiempo a ponerse de pie. Mikhail lanza otro ataque que consiste en un puñetazo que su padre detiene y lo usa a su favor golpeándolo en la cara pero también Mikhail aprovecha y le da un rodillazo en el estómago mandándolo tres pasos atrás.

Caos (Duología Desastre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora