Caos (Duología Desastre #1)

34. Verdad destapada

DAVINA

— Ten—aceptó la taza que me ofrece Mía —Es té, te relajará—dice mientras se jala una silla y se sienta frente a mí mientras Noah y Diana soban mi espalda.

Llegaron hace unos cuantos minutos. Me encontraron echa un ovillo y yo ni cuenta me di de su presencia hasta que escuché sus voces llamarme.

Les conté sobre el rechazo de Mikhail cuando me ayudaron a sentarme en mi cama porque sentí que fuerzas era lo que menos tenía en ese momento. 

Hasta ahora lo sigo sintiendo.

Siento que no tengo fuerzas. Sin ganas de hacer algo. Sólo quiero dormir, dormir para borrar este agujero que fue hecho por el taladro de sus palabras.

Su rechazo me ha golpeado más fuerte de lo que jamás imaginé.

—Davi, ¿qué podemos hacer para que te sientas mejor?—pregunta Noah.

«Nada. Sólo quiero dejar de sentir».

—No nos gusta verte así.—secunda Diana.

—Si quieres puedo ir a comprar helado de chocolate.—detengo a Mía cogiendo su mano evitando que se levante de su asiento.

—No es necesario—niego con la cabeza.—Sólo háblenme de otras cosas. Eso mantendrá ocupado mi cabeza.

La mañana se pasa volando con las habladerías de ellas haciéndome sentir un poco mejor; me entero que Mía y Alex son oficialmente enamorados mientras Logan le ha propuesto a Noah ser su novia pero esta dijo que se lo iba a pensar.

—¿Por qué no has aceptado? Si todas aquí sabemos lo coladita que estás por él.—digo mientras cojo uno de los bombones que trajo Mía hace unos instantes.

—Davi. Tiene razón. ¿Por qué lo rechazaste?

—No lo rechacé, Mía. Sólo me tomó por sorpresa.

—Uy si. Sorpresa.—rueda los ojos Diana—Soñó más a rechazo.

Noah se muerde el labio inferior.

—¿Qué pasa si no funciona? ¿Si dábamos nuestra amistad por estar juntos?—baja la mirada al suelo jugando con sus dedos.

—Es un riesgo sí. Pero dudo mucho que lo suyo no funcione ¿acaso no has visto como te mira?—hago una pequeña pausa y continúo—No te preocupes por las cosas que puedan pasar. Vive y disfruta el presente que sólo hay uno. Aparte eres afortunada...

Frunce el ceño confundida.

—¿Afortunada?

—Sí. Los sentimientos de ambos son correspondidos mientras que los míos fueron pisoteados cruelmente.

—Oh. Rayos. Somos unas idiotas—se pega en la frente con la palma de su mano—tú con el corazón roto y nosotras hablándote de nuestros chicos.

—No. En realidad me han ayudado. Estoy mejor que en el inicio , sólo espero que esto—señalo mi pecho—pase de una vez.

Una llamada entra en esos momentos.
Diana me alcanza mi celular ya que está más cerca de este.

—¿Quién es Ben? —pregunta mirando la pantalla del celular.

—Es mi tío—se lo arrebato y me levanto de la cama —Iré al área de sistemas, tenemos que seguir buscando a Reiner hasta encontrarlo—abro la puerta—Nos vemos luego y gracias por estar para mí, chicas.

Les mando un beso volado antes de cerrar la puerta a mi atrás.

Me meto en el cuarto de limpieza que para suerte mía sólo está a unos cuartos del mío.