Extra #1

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Unos días antes de la tragedia...

DAVINA

Vuelvo a practicar el hechizo que Mikhail me ha explicado. Se le denomina "Incendian". Un hechizo que crea el maldito fuego infernal, que no se puede apagar, ni anular, salvo el mismo hechicero que lo creó.

— Maldición—gruño al ver el fuego expandirse a cada rincón del techo y no lograr lo que planeé.

—No seas dura contigo que te lo enseñé apenas hace una hora.

Lo escucho a mi espalda. Reacciono rápido y desaparezco el fuego en un santiamén.

—¿Acaso estás loco? —chillo girándome sobre mi eje.

Basta con que una pisca de ese fuego te roce y estas muerto. Te desintegras volviéndote cenizas por lo que los hechiceros en el pasado casi nunca lo usaron.

—Tranquila. Sé perfectamente donde piso.

—Igual, ¡avísame para la próxima! Que no me perdonaría si...—me calla con un beso a la vez que sus brazos rodean mi cintura.

Le respondo siguiéndole la corriente al sentir su cálida lengua adentrarse en mi boca.

Es un maldito.

Maldito porque con un simple beso revuelve todo mi cerebro olvidándome de todo. Maldito porque con un simple roce me enciende y lo peor es que...él lo sabe. ¡Oh, claro que lo sabe!

—¿Ya se te pasó tu pequeño enojo, amor? —besa mi frente.

Y justamente tiene que usar esa palabra sabiendo lo loco que vuelve a mi corazón y que enfadada con él ya no se puede estar.

—Idiota—golpeo su pecho con una pequeña sonrisa en los labios al mismo tiempo que lo repaso de pies a cabeza. «¿Está más atractivo de lo normal o me parece?» y «¿A dónde saldrá?»

Finge que le dolió haciendo una mueca.

—Oye, eso se llama maltrato. Sabes que puedo denunciarte ¿no?

—Sí, hazlo si es lo que quieres—lo reto pasando las yemas de mis dedos sobre su duro pecho.

Algo en sus ojos se oscurece.

—No me retes. Te lo advierto—«Sé que le prende cuando lo acaricio allí».

—¿Y que si no quiero?

Jadeo cuando me pega a su cuerpo agarrándome un glúteo.

—Recibirás tu castigo por no pedir lo que anhelabas desde el principio—desliza su otra mano rozando la curva de mi pecho antes de agarrar mi barbilla con la suficiente fuerza para doler.

—No anhelo nada...

—¿Segura?—presiona dos dedos en mi labio inferior y abro—¿No quieres gemir para mí mientras deslizo mi mano por tu falda y averiguo lo que tiene esperándome? —desliza sus dedos en mi boca, dentro y fuera, dentro y fuera imitando follar y continúa—¿Mientras te pongo en cuatro aquí en el suelo y me como todo tu coño hasta que te corras?

La boca se me hace agua.

Su aura, su porte, su voz...todo me abruma, me asfixia y me mata con su propio fuego infernal. Retira sus dedos, un hilo de saliva se forma mientras se lame los dedos que antes estaban en mi boca mirando fijamente mis ojos, acto el cual me quema y me prende. Quiero besarlo, hacer que cumpla todo lo que ha dicho y más.

Quiero que me escupa, abofetee y asfixie. Quiero sentirlo partirme con su gruesa verga una y otra vez, que me llene el coño con su leche. «Umm de tan solo imaginármelo...»

Caos (Duología Desastre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora