11. Mi príncipe

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DAVINA

—¡Mierda!—lo escucho quejarse cuando el timbre de mi celular suena.

Lo aparto de inmediato y cojo el aparato de la mesita de noche con la intención de contestar, mas no lo hago cuando veo el nombre del remitente.

No quiero hablar con él ahora.

—¿Quién es?—pregunta y el tono que usa no me gusta del todo pues me suena como a una orden.

Se sienta en mi cama sin camiseta, se la quitó segundos antes de la llamada, y tiene una erección que no le da vergüenza mostrar; menos mal ya no estoy deciosa de él, de que me toque para ser exacta; y una parte de mí agradece aquella llamada ,pero la otra, la parte deseosa maldecía.

Detesto cuando mi mente se divide.

—Bien, no respondas—interrumpe mis pensamientos y lo veo ponerse de pie—:No es mi problema— agrega sin interés.

—Creo que...—empiezo a hablar y no sé porqué en estos momento me siento como una persona chiquita ante él—: serà mejor que te vallas.—termino de decir.

No veo ninguna expresión alguna en su rostro a exepción de una sonrisa que no denota para nada alegría.

—Me iré —afirma—pero no porque tú lo ordenes si no porque tengo otros asuntos con que lidiar.—se levanta y llega a la puerta. Pone una mano en la manija— y davina,—lo miro de frente —no creas que te has salvado de mí porque esto —nos señala a ambos—volverá a ocurrir tarde o temprano por mas que peliemos y todo, nuestros cuerpos no son ajenos a nuestra cercanía—cierta la puerta dejándome sin palabras y confirmando lo que temo.

Él ya sabe lo que provoca en mi cuerpo.

¡¿Y como no?!

Si he permitido que me tocase en lugares donde ningún otro hombre lo había hecho antes, ¡incluso gemí! De seguro ahora su ego está muy alto pues dias atrás le dije que no era mi tipo ni para un acostón y valla manera que se lo demostré hoy.

¡Basta davina!—me reprendo a mí misma.

Ya no es momento para seguir  pensando en lo que pasó. Ahora tengo que recordarme del porqué estoy aquí si no mi mente se volverá a nublar en presencia de mikhail y no quiero eso. No quiero que él me toque de nuevo ya que —por muy estúpido que suene —siento que estoy traicionando a Layla. Sé que nunca fueron algo .Nunca pusieron una etiqueta o nombre a lo que tuvieron pero aun asi me siento mal conmigo misma ya que en algún punto layla si llegó a enamorarse de mikhail pero despues ,todo eso, se transformó en algo enfermizo.

(****)

Luego de tomar una taza de café y comer un poco de frutas picadas, decido que es hora de conocer un poco de este país. Tomo un pequeño bolso de mano color pastel y meto lo que creo necesario; cojo mi arma y como siempre mis dagas las pongo en mis muslos.

Me dirijo a la salida del cuartel pero en el camino me topo con diana,logan,adrien y una chica más —que no he visto antes—se encuentran en la sala de almuerzos conversando muy felices en una de las muchas mesas que yacía ahí. Logan me ve y de inmediato levanta su mano para que me una a ellos.

Dudo al principio pero termino dirigiéndome a acompañarlos un rato.

—Asi que...tú eres la nueva conquista de mikhail—señala la chica cuando tomo asiento al lado de logan.

Me siento incómoda cuando mencionan a mikhail porque la sola mención de su nombre hace que los recuerdos de hoy en la mañana vengan a mi mente y no es bueno recordar lo malditamente bien que me sentí en esos momentos.

Caos (Duología Desastre #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora