Caos (Duología Desastre #1)

33. Confesión

DAVINA

Ha pasado cinco días desde el rescate de los soldados. Cada uno de ellos fue interrogado en una habitación especial por Becker Pride (el resto observó a través del computador conectado a la cámaras de video) fue la condición que le impuso al general Johnsson si quería marcharse junto a sus hombres a la nueva base militar de la FEME. 

En el interrogatorio de Oliver confirmé lo que ya sabía, experimentaban con ellos sin embargo no todo lo que confesó yo lo sabía pues Mikhail y yo nos sorprendimos a penas escuchamos un nombre totalmente desconocido para ambos. 

«Henrickson».

Oliver afirmó con total certeza que fue él quien planeó todo, aseguró que aquel hombre era el líder de Hoffman puesto que antes de que empezaran a extraerle sangre Henrickson fue a verlos, se paseó por todas las jaulas mientras sus hombres se inclinaron ante él con sumo respeto gritando "viva el líder" y segundos después empezó a dar órdenes exactas de que iban hacer con cada uno de ellos. 

Algunos soldados fueron llevados a otra sala no sin antes extraerles la suficiente sangre que requerían para hacer una especie de transfusión, luego planeaban extraerles médula ósea. Pero lo más curioso del relato de Oliver fue que Henrickson, a medida que se paseaba por las jaulas, los iba dividiendo: Luz y oscuridad.

A Oliver y a otros más lo categorizó como luz. 

Después del interrogatorio incógnitas aparecieron en todos. El fundador convocó a todo el equipo en la sala de reuniones. Impuso que de ahora en adelante toda nuestra atención y prioridad iba ser encontrar a ese tal Henrickson y a Reiner y por primera vez no podía estar más de acuerdo con él.

Por lo que estos cinco días se basaron la mayor parte en hallar su paradero y digo la mayor parte ya que las horas en las que no estuve trabajando o me lo pasé hablando (intercambiando chisme para ser exactos) con las chicas o follando con Mikhail. 

Bueno, no todo fue follar aunque tampoco me quejo. Un claro ejemplo fue el día de ayer; mi equipo y yo desmantelamos un prostíbulo que quedaba cerca a Pride, y no era cualquier prostíbulo era uno que según nuestras investigaciones frecuentaba Reiner todos los martes por la tarde. 

Mikhail se frustró y enojó cuando no hallamos más que sólo peces chicos de Hoffman, yo estaba igual. Terminamos cogiendo en uno de las habitaciones del prostíbulo cuando todos se fueron. Y mierda cómo me gustó.  Ahora entiendo a Akane cuando me decía que sus mejores folladas fueron estando ella y su ligué enojados. Luego de eso aún podía sentir el enojo en él por lo que  le sugerí ir al cine, se negó al inicio pero terminé convenciéndolo. 

Vimos una película de acción con palomitas y una gaseosa. Me sentí demasiado cómoda a su lado tanto que por un segundo imaginé que éramos una pareja de enamorados. Una pareja normal como cualquier otra pero claro, eso sé que no va a pasar. Lo sé bien porque siento que todo lo que causo en Mikhail sólo es deseo, fuego y pasión. Nada más. 

Y eso me duele. 

Terminé enamorándome de un hombre totalmente opuesto a lo que soñé y es ahí donde pienso que la frase "Uno no dicta al corazón, no elige de quien enamorarse" es muy cierta. 

No elegí enamorarme de Mikhail. Nunca se me pasó por la mente pero debí darme cuenta que estaba empezando a hacerlo. Los celos, las ganas de tenerlo siempre cerca, querer abrazarlo, querer ser siempre su compañera de batalla, los latidos rápidos de mi corazón...mierda. Las señales estaban más que claras.