Lost Space

Capítulo 16: La Reina

Después de llegar al hostil planeta conocido como ''La Colmena'', Lyra y Arwen conocieron de primera mano el infierno del que se trataba al caminar entre sus tierras. Mientras intentaban encontrar un lugar en dónde pasar la noche, fueron atacados por un grupo de Soñadores, los cuales, le hicieron probar a Arwen hostilidad del lugar en carne propia. Minutos después de recuperarse, el grupo reanudó su caminata de nuevo por el peligroso lugar en busca de un sitio en dónde poder refugiarse.

-¿Cómo te sientes, Arwen? –preguntó Ladón.

-S-Supongo que estoy bien...La pierna me duele un poco, pero no es nada grave. –contestó algo más calmado.

-¿Qué fue lo que viste? –preguntó Zoraila.

-¿Huh? –soltó confundido.

-Ya sabes, cuando te picó el Soñador. ¿Qué fue lo que te mostró para que gritaras de esa manera? –insistió.

-Yo...Prefiero no hablar de eso. –dijo con desaliento, bajando la mirada.

-Entiendo. No haré más preguntas al respecto entonces. -finalizó.

-Gracias. Aunque...Ejem, ¿podrías soltarme ya, Lyra? –preguntó Arwen, fijando su mirada a la persona que tenía pegada al brazo.

-¡No! ¡No te soltaré! ¡No voy a dejar que te vuelva a pasar nada malo! -contestó ella, aferrándose fuertemente a su brazo.

-E-Estoy bien, no hace falta que te preocupes tanto.

-¡Da igual! Por mi culpa te hiciste daño...Sufriste. Por favor...Déjame quedarme contigo. –dijo con la voz cortada, apretando su brazo un poco más para tratar de no llorar.

Al ver su reacción, Arwen no fue capaz de obligarla a desprenderse de él, por lo que, después de soltar un suspiro, siguió caminando con la vista al frente.

-Muy bien...Haz lo que quieras. –dijo Arwen.

-Gracias... -murmuró.

-''Ciertamente estamos en este lugar a causa de que Lyra insistió en quedarse con ellos, pero...Esto pasó por mi culpa. No puedo ser tan descuidado, no en un lugar así. Debo aprender a cuidarme por mi mismo. No puedo permitir que el miedo siga controlando mis acciones. Aunque...Lo que pasó allí...¿A-Así es como se siente morir...?'' –pensó con terror, apretando los dientes para evitar temblar.

-Oh...Buenas noticias. Al parecer hay un sendero rocoso más adelante. Ahí deberíamos estar bien para pasar la noche. –informó Ladón.

-¡Genial, vamos! No hay tiempo que perder. –exclamó Shania.

Minutos más tarde, finalmente llegaron hasta una pequeña cordillera, la cual estaba formada por un sendero rocoso de un color grisáceo que se encontraba totalmente desierto. Una vez allí, comenzaron a preparar una pequeña fogata con la intención de alrededor del fuego. Mientras tanto, Ladón terminaba de inspeccionar la zona para asegurarse de que no había peligro.

-Bien, parece que este lugar está libre de esos monstruos. Supongo que estaremos bien. –dijo Ladón.

-¿Tienen hambre? Traje algunas cosas para el viaje. -preguntó Groud mientras abría su mochila.

-¡¡Ohh...Sí!! ¡Me muero de hambre! Tanta adrenalina me abre el apetito. -vociferó Shania.

-Yo también estoy hambrienta. –añadió Zoraila.

-¡No se diga más entonces! Comencemos a cenar. –dijo Groud animadamente.

Sin hacerles esperar, Groud comenzó a entregarles a cada uno un pequeño paquete envuelto en papel de aluminio, sentándose junto con ellos con un rostro lleno de satisfacción al terminar de repartirlos.