Capítulo 55: Corazón Amargo

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Gracias a Kahawi, Lyra y Arwen pudieron despertar del trance que los tenía prisioneros, viéndose obligados a cumplir con su alocada petición para que su plan surtiera efecto. Una vez de nuevo en la realidad, Lyra y los demás se encontraron en un desértico planeta rocoso y oscuro, en el cual, para su enorme confusión, caminaban entre ellos lo que parecían ser sombras blanquecinas.

-S-Siento que se me va a salir el corazón del pecho...¿Que acaso no bastaba con un pellizquito? –preguntó Arwen entre jadeos.

-Vamos, no seas dramático. Lo importante es que ya estamos despiertos. –contestó Kahawi.

-S-Supongo...Aún así, ¿dónde estamos...? ¿Y por qué estamos fuera de la nave? ¡¡A-Ah, no tenemos puestas las máscaras de oxigeno!! -exclamó agitadamente, tratando de taparse la boca.

-Cálmate. Al parecer hay oxigeno en este lugar. Además...Si nos encontramos aquí, supongo que caminamos sonámbulos mientras dormíamos.

-¿Caminar sonámbulos hasta este lugar...? Parece muy poco probable...¿Huh?

Mientras trataba de ubicarse con la mirada, Arwen se percató de que, en ese momento, Lyra se encontraba acercándose a una de esas figuras fantasmales que flotaban a sus alrededores.

-''Ese aspecto...'' –pensó Lyra mientras se acercaba.

-¡O-Oye, Lyra! ¡Aléjate de eso! ¡No sabemos que puede ser! -le advirtió Arwen.

-Espera. –intervino Kahawi, callando a Arwen.

-¿Ah?

Ignorando totalmente la advertencia de Arwen, Lyra caminó hasta la figura, a la cual, llena de curiosidad por su aspecto, trató de tocarla, atravesándola con su mano como si de humo se tratase, distorsionando su forma por unos instantes para, nuevamente, unificarse otra vez.

-''¿Qué...?'' –pensó extrañada.

-Bien, ya lo tocaste...A-Ahora aléjate. –le pidió Arwen.

-Esta figura...Se parece mucho a mamá. -comentó.

-¿Qué? ¿Estás segura? –preguntó extrañado.

-Sí, estoy segura. Yo...Puede que sea distraída, pero...Jamás olvidaría el aspecto de mi mamá. –contestó Lyra mientras contemplaba al fantasma con melancolía.

Sorprendidos y extrañados por la respuesta de Lyra, Arwen y Kahawi se quedaron en silencio por unos segundos, por lo que, curioso por aquello, Kahawi empezó a observar sus alrededores con interés, percatándose de que, entre aquellas figuras holográficas, también se encontraban unas parecida a las de su gente, dándole una pequeña y confusa sorpresa.

-¿Qué demonios es este lugar...? –murmuró confundido.

-Esto parece estar desierto...¿Dónde se supone que fuimos a parar? -dijo Arwen con intriga.

-¿Lyra? –le llamó Kahawi, expectante de una respuesta.

En ese momento, Lyra se encontraba con la vista hacia el cielo, tratando de concentrarse en silencio mientras Kahawi esperaba por su respuesta.

-No, nada...Aunque lo intente, no logro orientarme. -contestó decaída.

-Hmm...Esas no son buenas noticias. –dijo Kahawi.

-¿Qué haremos entonces? –preguntó Arwen.

-Por ahora, debemos movernos. Encontrar la nave es nuestra prioridad. Una vez la hallemos podremos comenzar a barajar opciones para salir de aquí.

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