Capítulo 32: En la Boca del Lobo

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Al salir de la cabaña, Lyra y Arwen se percataron de que las criaturas que habían avistado la noche anterior continuaban allí, regadas por toda la zona totalmente inertes, como si estuvieran sumidas en un profundo sueño. Para su gran infortunio, la alarma de alerta comenzó a resonar por el lugar, provocando que estas se despertaran de su letargo, obligándolos a huir utilizando un teleférico, en el cual, Arwen fue atacado brutalmente por uno de ellos, siendo herido de gravedad por este. Esa misma noche, al bajar del teleférico, ambos se ocultaron en el sótano de una casa en ruinas, ya que aquellas criaturas continuaban rondando por los alrededores sin descanso.

-Maldición... -refunfuñó Arwen mientras observaba el exterior  por una pequeña ventana.

-¿Aún siguen ahí fuera...?

-Así parece...Ya saben que estamos aquí, así que lo más probable es que continúen cazándonos...A-Auch... -contestó mientras se quejaba por el dolor de la herida.

-¿T-Te duele...? –le preguntó Lyra con preocupación.

-Un poco...Pero no es el momento para preocuparme por esto ahora. Tenemos que encontrar una manera de salir de aquí y llegar a la nave.

-Vale...

Al observar con más atención hacia Lyra, se percató de que esta se encontraba cosiendo su traje, utilizando el hilo de una de las sábanas y una aguja improvisada con un pedacito de cristal roto.

-¿Eh? ¿Qué estás haciendo?

-Estoy...Cosiendo.

-Eso es obvio, pero...¿Por qué...?

-Después de aquello, tu traje se dañó un poco...Es lo único que puedo hacer por ti. –contestó cabizbaja y claramente afligida.

-L-Lyra...Te lo agradezco entonces.

-Sí... -asintió con la cabeza entre murmuros.

-Supongo que mañana podré pensar con más claridad...Por ahora, será mejor que descansemos un poco.

-Yo...Continuaré cosiendo. En cuanto termine, te acompaño.

-No, Lyra. Tú también tienes que descansa-...

-¡¡Déjame hacer aunque sea esto!! P-Por favor... -exclamó de repente, tratando de contener sus lágrimas.

Al ver la casi desesperada reacción de Lyra, Arwen no tuvo el valor para detenerla, observando en silencio como le temblaban las manos mientras sujetaba su traje con fuerza.

-Está bien. Pero prométeme que descansarás en cuanto termines.

-Sí...Lo prometo. –contestó con voz quebradiza.

-E-Está bien...Entonces, hasta mañana, Lyra. –dijo mientras se recostaba en su saco.

-Hasta mañana, Arwen...

Aún preocupado, Arwen decidió acostarse para descansar mientras que, por otro lado, Lyra continuó cosiendo en silencio con una mirada llena de tristeza, sacando el dibujo de Kara de su bolsillo, comenzando a observarlo de nuevo llena de dolor en su corazón.

-''Dios...¿Por qué has abandonado a estas personas...?'' -pensó mientras comenzaba a llorar en silencio, manchando el dibujo con sus lágrimas.

Al día siguiente, los rayos del sol comenzaron a entrar por la pequeña ventana acariciando el rostro de Arwen, provocando que este comenzara a despertarse poco a poco.

-''¿Ya amaneció...?''

Al tratar de levantarse, este resintió el dolor de su herida, gimiendo un poco al tratar de soportarlo. Entonces, con cierto miedo en sus ojos, comenzó a observar su vendado hombro en silencio.

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