Lost Space

Capítulo 30: Nombres Olvidados

Después de haber llegado a aquel desolado planeta, Arwen tomó la decisión de quedarse en el lugar durante un tiempo con la esperanza de conseguir más suministros para su viaje. Mientras terminaban de explorar el lugar, se toparon con una peligrosa tormenta de arena que comenzó a azotar el sitio con fuerza, por lo que ambos decidieron refugiarse en un departamento en el cual descansaron hasta el día siguiente.

-Oahh...''Ya amaneció...Parece que la tormenta ha cesado también. Será mejor que despierte a Ly-...''

Al mirar hacia el saco de dormir de Lyra, Arwen se percató de que esta no se encontraba allí, comenzando a mirar por los alrededores de la habitación algo alterado.

-¿Lyra? –preguntó con preocupación.

-Gahh... -respiró alguien bajo las sábanas.

En ese momento, Arwen alzó la sábana con la que se había arropado, percatándose de que Lyra se encontraba allí dormida, abrazada a sus piernas.

-¿Pero qué...? Lyra, despierta.                                                                                                                                       –dijo Arwen mientras sacudía a Lyra suavemente para despertarla.

-¿Hmm...? ¿Qué...? ¿Ya amaneció...?                                                                                                                          –preguntó somnolienta.

-¿Se puede saber qué haces ahí abajo?

-¿Abajo...? ¡¡Ah, sí!! ¡¡A-Arwen!! –exclamó de manera agitada, alterándose de repente.

-¿Q-Qué? ¿Qué pasa? –preguntó sorprendido.

-¡Ayer en la madrugada tuve una pesadilla y e-entonces desperté y-y empezaron a rasgar la puerta y-y a decir mamá y e-entonces-...!

-Hey, hey, alto, tranquilízate. Si hablas así no te entiendo. ¿Rasgar la puerta y decir mamá? ¿Qué estás diciendo?

-En la madrugada alguien comenzó a rasgar aquella puerta intentando entrar...S-Sé que no eran escombros porque, sea lo que sea que esté allí, e-empezó a repetir ''mamá'' con una voz muy extraña. -informó nerviosa.

-¿Tras la puerta...? Iré a ver.

-¡¡N-No, espera, no abras!! –exclamó intentando detenerlo.

Ignorando totalmente las súplicas de Lyra, Arwen se acercó hasta la salida de emergencia y, sin dudar ni un segundo, abrió la puerta de par en par, encontrándose sólo con el exterior, provocando que Lyra se comenzara a acercar bastante confundida.

-¿Ves? No hay nada. Tampoco hay marcas en la puerta.

-P-Pero...No lo entiendo. Yo lo escuché...Estoy segura. –dijo con confusión.

-Quizás lo soñaste.

-¿Soñarlo...?

-Sí. Hemos pasado por mucho estrés últimamente...Es comprensible. Además, este es un cuarto piso y las escaleras están destruidas. Nadie pudo acercarse hasta aquí.

-P-Pero... -soltó aún nerviosa-

-Tranquila. Ven, desayunemos para que puedas relajarte un poco. Al terminar saldremos para continuar explorando. –agregó mientras empezaba a hurgar en su mochila.