Capítulo 33: Huida

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Después de haber logrado huir de aquellas sanguinarias criaturas, Arwen y Lyra trataron de regresar a la nave pero, para hacerlo, debían tratar de evadir lo máximo posible a sus depredadores pasando por la plaza comercial, en donde se refugiaron dentro de una de las oficinas para pasar la noche. Al día siguiente, Arwen finalmente comenzó a despertarse, encontrándose en medio del silencio.

-''Hmm...Parece que ya amaneció...''  -pensó mientras se estiraba, observando la tenue luz que pasaba por debajo de la puerta.

Mientras terminaba de estirarse, Arwen volteó a ver a Lyra, la cual se encontraba profundamente dormida acurrucada muy cerca de él mientras abrazaba a Bibbles quien, al igual que ella, también parecía estar descansando.

-''Veo que pudiste dormir un poco esta vez...'' –pensó con una pequeña sonrisa.

Intentando no hacer mucho ruido, Arwen comenzó a levantarse poco a poco para, ya estando de pie, agarrar su traje y sus guanteletes.

-''La dejaré dormir un poco más...Mientras tanto, iré a inspeccionar los alrededores. Hoy...Tenemos que conseguir salir de aquí.''

Después de haberse vestido y equipado nuevamente, Arwen decidió salir de la oficina, dejando a Lyra y a Bibbles adentro todavía. Tratando de hacer el menor ruido posible, comenzó a caminar hacia los ventanales que se encontraban en la salida del supermercado, en donde, ocultándose tras las cajas registradoras, comenzó a echarle un vistazo al exterior para comprobar si había peligros cerca.

-''¿No hay nada...?''

Al confirmar que no había nada de que preocuparse por el momento, Arwen salió de su escondite con la intención de acercarse un poco más y poder ver el exterior con mejor claridad, confirmando que, efectivamente, aquellas criaturas ya se habían marchado de allí.

-''Parece que realmente se fueron...De todos modos no hay que bajar la guardia.''

-¿Arwen...? –dijo Lyra, apareciendo de repente tras él.

-Oh, Lyra. Buenos días.

-¿Por qué no me despertaste...? Levantarme y no verte allí me asustó un poco...Pensé que quizás te había pasado algo. -le dijo aún somnolienta.

-L-Lo siento, sólo quería inspeccionar un poco la zona. No pretendía asustarte.

-¿No vamos a desayunar...?

-No. Comeremos en cuanto logremos regresar a la nave.

-¿Por qué?

-¿No te diste cuenta? Anoche la alarma de alerta estuvo sonando de nuevo. Eso significa que tenemos unas cuantas horas antes de que se vuelva a activar y atraiga a esas cosas otra vez. El tiempo es oro.

-Oh...Supongo que tiene sentido...Oahh... -contestó entre bostezos.

-Toma. Lávate la cara y alístate cuanto antes. Necesito que tengas tus sentidos completamente alerta. –le pidió Arwen, entregándole una pequeña botella de agua.

-V-Vale... -asintió ella, agarrando la botella.

-Había unos baños por allá, no tardes mucho.

Mientras Lyra se marchaba hacia los baños con la intención de prepararse para salir, Arwen decidió quedarse en el mismo sitio, esperándola mientras observaba por el ventanal aún preocupado.

-''Esas cosas...¿Dónde estarán ahora...?''

Minutos después, ya reunidos de nuevo, ambos se encontraban frente a la salida de la plaza comercial con la intención de, finalmente, iniciar su camino de vuelta a la nave.

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