Lost Space

Capítulo 39: Ghazt'Mush

Después de un duro y difícil viaje, Lyra y Kahawi lograron llegar hasta la montaña, finalizando por fin aquella complicada y dura travesía. Cuando estos se disponían a dirigirse a la entrada, los centinelas comenzaron a aparecer por todos lados, custodiando el lugar sin descanso cuando, para su gran infortunio, Lyra rompió el muro de hielo que los ocultaba de sus miradas, quedando totalmente expuestos. Después de una sofocante persecución que provocó la pérdida de su diario, finalmente lograron introducirse en el interior de la montaña, caminando por un oscuro pasillo con el objetivo de verse cara a cara con el ser más antiguo del universo...Ghazt'Mush.

-''Está muy oscuro aquí dentro...Apenas y puedo ver mis manos.'' -pensó Lyra mientras avanzaba.

-Ten cuidado por dónde pisas. Este lugar tiene muchas grietas.

-E-Entendido.

-Ya debemos de estar cerca del núcleo de la montaña...Continuemos.

Mientras caminaban, Lyra trató de contener sus nervios con todas sus fuerzas, sintiéndose algo intimidada por aquel oscuro y estrecho pasillo de piedra.

-''Arwen...Espero estés bien...''

Unos pocos minutos después de caminata, al final del pasillo, comenzó a observarse una tenue luz violeta que brillaba al fondo del lugar, indicándoles el fin de su camino.

-El núcleo está ahí delante, prepárate.

Sin tratar de pensarlo mucho, comenzaron a cruzar por el estrecho agujero, llegando a la habitación que emitía aquella misteriosa luz. En aquel lugar silencioso, las rocas del suelo eran tan lisas que reflejaban la imagen de ambos como si fuera un espejo: A cada pequeño paso que daban, el eco resonaba por todo el lugar y, a unos pocos pasos más adelante, un gigantesco abismo se abría paso ante ellos, tan oscuro que parecía no tener fondo. En ese momento, Lyra comenzó a buscar por los alrededores con la mirada cuando, en la pared tras el abismo, finalmente encontró aquello que vino a buscar, congelado en lo que parecía ser el cristal que emitía aquella luz, inmerso en un profundo letargo.

-¡¡Arwen!! –exclamó Lyra llena de alivio, tratando de correr hacia él.

-¡Lyra, espera!

Ignorando por completo las advertencias de Kahawi, Lyra continuó corriendo con todas sus fuerzas hacia Arwen pero, cuando esta intentó acercarse al abismo, todo el lugar comenzó a temblar con fuerza, provocando que esta se detuviera en seco sorprendida y, en ese momento, algo comenzó a salir del agujero: Algo de un tamaño colosal con una apariencia oscura y una textura tan dura que parecía ser una gigantesca roca que, después de unos segundos, se detuvo frente a Lyra, cubriendo totalmente aquel abismal boquete con lo que parecía ser su cuerpo, dejándola sin aliento durante unos instantes.

-Qué insolencia...A pesar de todo tuvieron la osadía de entrar a este lugar. Me sorprende que mis siervos no los hayan despellejado vivos... –dijo una profunda voz que resonaba por toda la montaña con gran fuerza.

En ese instante, aquella gigantesca masa negra que se encontraba frente a Lyra comenzó a mostrar un gigantesco ojo bañado en fuego, rodeado por otros ligeramente más pequeños que ardían con la misma intensidad. Con una mirada seria y penetrante, este fijó su vista en ella, con aquella intimidante mirada similar a la de una serpiente. Llena de terror, Lyra no pudo evitar comenzar a retroceder mientras temblaba al ver al monstruo que se hallaba frente a sus ojos.

-¿P-Puede...Hablar...? –murmuró agitada, comenzando a sudar de la impresión.

-Kahawi...Debí suponer que eras tú. ¿Qué significa esto...? -preguntó Ghazt'Mush con molestia.