Capítulo 25: Amanecer Cósmico

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Después de terminar de trazar su plan de rescate, Ladón y los demás decidieron ir hacia dónde se encontraba Lyra para así, finalmente, rescatarla. Después de confrontar a Akhada, este logró destruir el control remoto de la bomba, provocando que Groud tuviera que activarla manualmente, sacrificándose para detener por fin a aquel demonio. Unos pocos segundos más tarde, la nave explotó a ojos del grupo, los cuales, horrorizados, se dieron cuenta rápidamente de lo que ocurría.

-¡¡¡No...!!! ¡¡¡Groud!!! ¡¡Déjame, tengo que regresar a buscarlo!! -exclamó Shania con desesperación.

-¡Y-Ya es tarde, Shaina! ¡Por favor, b-basta...! -dijo Alessia entre lágrimas mientras la sujetaba.

-No...Grandullón...¡¡Maldita sea!! –exclamó Shania llena de frustración, golpeando una de las paredes.

-Groud... -murmuró Arwen con amarga sorpresa.

A los pocos segundos, Lyra finalmente entró a la nave de Zoraila quien, al recibirla, se percató de que esta se encontraba sollozando desconsolada.

-Lyra... -dijo Zoraila con desánimo al verla bañada en lágrimas.

-G-Groud...Murió por mi culpa....Si él no hubiera venido a rescatarme...S-Si yo no hubiera sido capturada él...¡Él...!

-No digas eso...Nada de esto es tu culpa. –le dijo gentilmente, colocando su mano sobre su hombro.

-¡P-Pero...!

-Escúchame, Lyra: Estoy convencida de que Groud hizo lo que hizo como una demostración de amor hacia todos nosotros, y lo haría las veces que hicieran falta, porque él era así...Tú no tienes la culpa de nada. Solo...no dejes que su muerte sea en vano, ¿está bien? –le dijo intentando no llorar también.

Sin poder aguantar más, Lyra corrió a abrazar a Zoraila, rompiendo en llanto junto con ella mientras la nave se iba alejando poco a poco de aquel lugar, regresando de nuevo al Eclipse. Al día siguiente, Ladón y toda la tripulación se reunió en la cubierta, organizando una fiesta en honor a Groud, por lo que, en esos momentos, se disponía a hablar ante todos, quienes también se encontraban totalmente deprimidos por la noticia.

-Compañeros...Este día perdimos no sólo a un compañero, si no a un gran y querido amigo. Su valentía, su simpatía y su coraje jamás serán olvidados, ya que siempre quedarán grabados en nuestros corazones. Groud siempre fue un hombre alegre, por lo que los he reunido hoy aquí para celebrar esta fiesta en honor a su nombre....Snif, ¡qué no se hable más, salud, carajo! –gritó Ladón, intentando ocultar sus lágrimas.

-¡¡¡Salud!!! –exclamaron todos al unísono.

En ese momento, todas las personas del lugar comenzaron a beber y a festejar alrededor de una gigantesca imagen holográfica de Groud, rodeada de flores, alcohol y joyas que le habían colocado como ofrenda. En la mesa de Ladón, todos los miembros del alto mando bebían a más no poder para olvidar las penas.

-¿De verdad está bien que su funeral sea así...? –cuestionó Zoraila.

-¡¡¡Así lo habría querido él...!!! ¡Maldición! -exclamó Shania mientras bebía, conteniendo las lágrimas.

-Supongo que Groud, esté donde esté, estará feliz. –añadió Alessia.

-Él no ha ido a ningún lado. –intervino Lyra.

-¿Huh? –soltó Alessia confundida.

-Mamá siempre me dijo que, cuando alguien muere en el espacio, su cuerpo no desaparece, sino que se convierte en polvo de estrellas. Y las estrellas...Siempre brillarán para nosotros por la eternidad. –dijo Lyra, poniendo la mano sobre su corazón.

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