-Otra vez no... -Dije con una mezcla de emociones cuando quedó todo en penumbra. - ¡¿Ahora que hacemos?! -Pregunté.
- ¡Ir por él antes que el efecto de las gotas de termine!, acaba de subir al segundo piso, ¿tienes algo mejor que unas simples velas? -Preguntó María mientras se levantaba.
-Sí, por aquí en alguna parte están unas lámparas de gasoil, el generador se dañó hace poco por una sobre carga así que Adrian compró dos. -Dije mientras las buscaba en algún lado de la cocina.
-Rápido, no podemos esperar toda la noche. -Dijo quitándose un collar que no tenía a la vista y esperó que me acercara a ella para entregármelo con ambas manos. -Martina y yo nos podremos proteger, en cambio tú no, no estás preparada para esto, este amuleto es de protección, nunca te lo quites, ahora bien, debemos terminar con esto, recuerda que lo que vamos a enfrentar no es tu esposo, es lo que lo controla.
Al recibirlo me lo puse en el acto, y mientras iluminaba con luz de la lámpara ví en las palmas de sus manos algo de lo que que no me había percatado antes, un tatuaje en cada una de ellas con diferentes formas, en su palma derecha había una estrella de siete puntas dentro de un círculo y muchas letras pequeñas que no pude leer, y en su izquierda una inscripción que tenía gran cobertura en algún idioma desconocido para mí.
-Gracias, muchas gracias, y sí, lo tendré en cuenta. -Respondí.
-Martina, ¿recuerdas los hechizos de sellado que te enseñé? -Le pregunta mirándole.
-Sí madre, pero ¿en qué lo vamos a contener? -Le responde.
Hizo un silencio corto y miró hacia varios lugares de la casa. Tomó una de las dos lámparas y caminó hasta una pequeña mesa de adorno con un florero en forma de botellón. Sacó las flores y las arrojó al suelo, miró el envase de cerca, cerró sus ojos y comenzó a suscitar unas palabras que no pude entender.
- ¿Qué está haciendo tu madre? -Pregunte susurrante a Martina.
-Esta clase de creaturas malignas son de gran poder, no se pueden destruir o detener completamente, el único modo es contenerlo en un objeto hechizado por palabras o escrituras, y ahí donde la ves, mi madre tiene miedo, nunca la había visto así. -Contesta.
- ¿Tu madre tiene miedo?, por dios Martina, ella es una de las mujeres más confrontadoras que he podido conocer, yo si tengo miedo, ¿pero tú mamá?, no, no te creo, no fuera hecho nada de lo que hizo, yo ni de broma fuera tenido el valor, por eso pedí su ayuda. -Respondí mientras volteaba a verle.
-No debes temer, debes de ser firme, la criatura sellada puede tomar el control del objeto hechizado cuando el hechizo es débil, o cuando las escrituras mágicas han sido alteradas, también cuando el contenedor está rodeado de emociones negativas extremas, como ira, tristeza, desesperación o miedo, por eso necesitamos que seas valiente, esto es un asunto de vida o muerte, como dijo mi madre incluso alguna podría morir si algo sale mal, no era broma cuando lo dijo.
La miré entendiendo el tamaño de compromiso que debía de asumir; pero era mi esposo el que necesitaba de mí, debía hacerlo, debía ser fuerte.
-En esto, aquí va quedar atrapado, vamos por él, aprovechemos que aún está débil, después solo quedaría encomendar nuestras almas para poder descansar en paz. -Dijo subiendo las escaleras con el jarrón en una mano y la lámpara de gasoil en la otra mientras Martina y yo íbamos a sus espaldas.
Paso tras paso, era una incertidumbre que ponía a mi corazón latir con más prisa cada vez. Todo estaba oscuro, solo nuestro caminar rompía el silencio mientras subíamos cada escalón al tiempo que las lámparas iluminaban nuestro andar. Lentamente nos asomábamos revisando la primera habitación próxima a la escalera, nunca había sentido tanta presión antes de abrir una puerta.
ESTÁS LEYENDO
Intra Infernum-Historias Reales De Terror
ParanormalSiempre hay alguien detrás de ti y no hablo precisamente de un ser vivo, espíritus, demonios, entes que buscan manifestarse de algún modo para poder sentir nuestro miedo, y así después de alimentarse de el puedan hacerse más fuertes, más visibles, m...