La masacre de los Martínez Mendoza

61 3 0
                                    

Un día quise escribir y contar mi mayor historia de miedo para compartirles, pero considero que la que un día me contó mi padre es la más macabra y sombría que hasta hoy he podido escuchar de alguien.

El día que me la contó estábamos en los alrededores de la finca que era propiedad mi abuela, veníamos de pescar en el río más próximo a la hacienda, en donde para llegar había que caminar pocas horas sobre caminos rodeados de un bosque espeso donde uno se podía perder con facilidad. Estábamos cansados y ya caían las seis de la tarde; todo se oscurecía y la visibilidad era casi nula del todo, habíamos llevado dos linternas pero no habíamos reparado las baterías así que no alumbraban más que unos pasos delante de nosotros, para colmo de pesares empezó a llover con fuerza y no había lugar donde poder aguardar durante el aguacero excepto en una casa ya abandonada a unos cien metros de donde estábamos; la cual debíamos pasar por su frente para acortar el camino. Ya muchas veces había pasado por ahí años atrás cuando venía de visita pero nunca pregunté porqué la habían abandonado, era una hacienda grande donde la hierba mala cubría casi toda la propiedad, desde el tejado ya viejo hasta la entrada principal donde extendían el café que ponían a secar durante el día para su posterior venta, en algún día pasado fue el mejor cafetal de toda la zona, el más productivo según supe; pero de ahí en adelante nadie me decía más nada.

Nadie me contaba lo que había pasado en ese lugar, y fue a unos pocos metros de acercarnos allí que le hablé a mi papá para que descansaremos en ese lugar.
Las condiciones no se prestaban para continuar, no teníamos mucha luz, estábamos agotados con peso sobre nuestros hombros, llovía con mucha fuerza y los caminos aparte de inundarse se llenaban de un barro espeso, teníamos mojada hasta la última costura de nuestra ropa interior y cada vez hacía más frío. Mi papá se negaba a quedarse en el sitio argumentando que pronto llegaríamos, pero eran poco casi dos kilómetros que debíamos caminar para llegar a nuestro destino y yo me negaba a continuar; el sabía que yo tenía razón y que el camino se haría peligroso si continuábamos.

El miró adentro del lugar desde el portón que prohibía el paso. Se quedó allí unos segundos como si recordara algo o como si tuviera miedo, la cuestión es que solo se quedó allí mirando hacia adentro sin importar la inclemencia de la lluvia.

¿Vas a entrar o que? -Le pregunté irritado. En el momento se santiguó y me dijo que lo siguiera.
El portón era alto así que no podíamos saltarlo, tocó rodearlo y nos escabullimos entre el alambre de púa que limitaba la propiedad. Con la poca luz de linterna que quedaba intentó buscar la manera de abrir la puerta del zaguán sin éxito alguno porque una cadena de hierro la aseguraba.

Vamos por la ventana de atrás. -Me dijo.

¿Cómo sabía que en la parte trasera había una ventana?. -Me pregunté sin decirle nada.

Quitó un par de tablas que estaban mal aseguradas sobre una ventana grande que daba al frente de un trapiche abandonado.

El lugar olía a mucha humedad, moho y chimú. No era un sitio muy agradable para permanecer mucho tiempo pero era lo que había en el momento. Nos adentramos en la casa y en el centro de ella había un gran patio con una fuente de yeso que tenía una figura de un niño con alas y una flecha.

Mi papá veía en todas direcciones alumbrando con la linterna lo más que podía y se quedaba pensativo.

¿Conoces este lugar?. -Pregunté dejando mi carga de pescados al lado mío, sentándome el el suelo frente al patio mirando la lluvia caer.

¿Que si lo conozco?. -Pregunta y hace un ligero silencio antes de continuar. Yo crecí aquí hijo; esta era la mejor hacienda de todas... La hacienda de los Martínez Mendoza.

¿Que fue lo que pasó?, era eso lo que siempre quería preguntar pero lo olvidaba, ¿porqué esta hacienda tan grande está abandonaba si tiene terreno con áreas que son productivas? -Dije intrigado.

Intra Infernum-Historias Reales De TerrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora