⤜XLIV. QUE HUYA EL QUE PUEDA.⟼

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...Pasando unos pocos días...

—¿Dónde mierda te has metido? —hablo un fiscal algo molesto— No has contestado ninguna de mis llamadas.

—Antes no te preocupaba mucho el querer contactarme querido tío —dijo con una sonrisa nerviosa.

—Trevor, después tendrán tiempo para sus discusiones familiares —hablo Penny apurando al pelinegro.

—¿Porque tanto apuro? —pregunto mientras ellos se alejaban dejándolo parado en la entrada del hospital— ¡Hey! —grito para luego seguirlos.

Ellos iban a toda velocidad mientras caminaban. No podían tampoco correr porque solo alertarían a la gente a su alrededor y eso es lo menos que querían. Al parecer no estaban solos desde hace un rato, cierta persona con poder ya los tenía bien vigilados. Adentro de todo esto el fiscal no tenía ni la menor idea del asunto.

...Llegando al cuarto de Mackenzie...

Entraron rápidamente, Trevor cerró la puerta empujando adentro de la habitación a su tío el cual se encontraba muy confundido con el comportamiento de ambos, no dejaba de hacer preguntas y tratar de llamar la atención de ambos para que le explicaran. Trevor se quedó mirando muy alerta por la ventana de la puerta.

—¡Penny apúrate si no es mucho pedir!

—¿Qué mierda está pasando? —pregunto el fiscal.

—¡Qué crees que hago pequeño Trey! —dijo alterada mientras sacaba una aguja con un líquido de un negro muy absorbente a la vista. Era un negro muy profundo y concentrado.

—¿Qué es eso señorita Penny? —señalo la aguja en la mano de la enfermera.

—¡Puedes callarte y ayudar un poco aquí por el amor a Dios, lo único que haces es lograr que me altere más de lo que estoy! —grito con furia nuestra dulce enfermera.

El grito hizo que hubiera silencio absoluto solo por unos segundos en la habitación y la miraran con un poco de sorpresa, sobre todo el fiscal Humber que parpadeo varias veces en el sitio por reacción. El silencio que se causó se rompió a causa de Trevor.

—Nos están siguiendo, no quieren que salvemos a Mac.

—¿Salvar? ¿Seguir? —al preguntar eso la mirada que tenía sobre su sobrino volteo a la aguja de nuevo, y de ahí miro a Penny volviendo a señalar la aguja— No me digas que eso es...

—¡Si exacto! —dijo la rubia con una sonrisa fingida y con los ojos muy abiertos— Así que si no te importa.

—Claro, claro ¿en qué ayudo?

Penny le estaba indicando lo que tenía que hacer para ayudarla a introducir la inyección directamente a su cerebro sin ningún riesgo. Hasta que algo alterante sucede, Trevor visualizo a varios de los de negro por el hospital desde la ventana. Algunos estaban preguntando y por demás.

—Mierda... —dijo en voz baja pero audible, soltando un respiro con las palabras— No tenemos tanto tiempo como esperamos, ya están aquí.

—¡QUE! —dijeron en unísono el fiscal y la enfermera.

— ¿¡Que paso con Sava!? —pregunto Penny al aire sabiendo que Trevor no tendría una respuesta tampoco muy clara.

—Solo esperemos que se encuentre bien, por ahora solo debemos sacar a Mac de aquí.

—Ya llamé algunos refuerzos para que sirvan de distracción— Humber se acerca a su sobrino entregándole unas llaves— Espero que hallas aprendido a manejar.

Este sonrió por el comentario que hizo su tío.

—No gracias a ti —lo hizo sonar como una broma, miro las llaves de nuevo— ¿y tú?

MAC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora