Elise sin tomar palabra alguna se paró y el cubículo volvió a su estado de transparencia, uno de los guardias le abrió la puerta mientras ponía una cara de lobo feroz por la belleza de esta. Yo seguía sentada, alterada, muy dañada. Nuestra hermosa dama terminó de dejar las instalaciones.
El mismo policía abusivo de antes entró al cubículo gritándome que me moviera, no lo hice, él molesto por mi falta de obediencia me agarró por el hombro de una forma brusca, pero para su sorpresa me pare rápidamente haciendo que quité su mano, me voltee de forma altanera tomando una pose de piernas abiertas colocando la mayoría de mi peso sobre una de ellas y como tenía las esposas solo tenía los brazos guindando en el centro.
—Ya me cansé.
Aún más molesto con mi comportamiento intento agarrarme de la cadena de las esposas, cosa que no permití esta vez, levanté los brazos a la altura de mi pecho haciendo que pierda el equilibrio, aprovechándome de eso le di un cabezazo y el inútil cayó al piso.
—Genial ahora no sólo me duelen las muñecas sino también la cabeza —Dije mirando mis pobres muñecas para luego gritarle al inútil del piso— ¡Gracias!
El inútil se trata de parar, pero con mi pierna más liviana le pegué una patada en la cabeza dejándolo unos segundos más en el piso. Los guardias ya se estaban movilizando para atacarme, pero me aproxime a cerrar la puerta para ganar más tiempo, la puerta activo el bloqueo el cual poseía, cada vez que se cerraba solo podía ser abierta desde el otro lado con una contraseña y desde adentro con una llave maestra que solo los superiores poseían, me agache y registre al inútil quitándole su arma. Pero me di cuenta que esta tenía seguro dactilar, la tire lejos. Agarré con dolor la cadena de mis esposas y la puse alrededor del cuello del policía adolorido.
—¡Párate! —no me quería hacer caso así que hice presión en la cadena— Coopera o te irá mal soldado.
—Sabía que debía ponerte las otras esposas de contención máxima. —arrastró las palabras él soldado con odio y posible arrepentimiento.
—Yo que tu mantuviera esa boquita cerrada.
Se levantó y con mi pie moví la silla, indicando lo obvio, con un gesto con mi cabeza, pero el terco no quería dejarme las cosas fáciles, y ya me estoy quedando sin tiempo. Lo senté a medida de presión en su cuello, el cual estaba tenso igual que su mandíbula. Me senté en la mesa mirando la puerta y a los guardias desesperados, pero sin dejar el cuello del policía. Abriendo la puerta me comenzaron a apuntar hasta por fuera del cubículo
—¡Alto, suéltalo! —dijo el que estaba justo al frente.
—Por todos los cielos que alguien le diga a los de afuera que el cubículo es blindado —los que estaban adentro miraron los de afuera y los de afuera se miraron entre sí dándome la razón en su idiotez—. Y ustedes —dije señalando con la cabeza a los que estaban conmigo— Si fallan el tiro lo matan a él y si no nos dan a ninguno de los dos lo mató yo —comenzaron a dudar en sus tácticas como un montón de estúpidos— Además, a ninguno les conviene matarme, o ¿Quién es el que le querrá explicar a su querido jefe fiscal, que mataron a su única fuente de información? —dije fingiendo carita de perrito triste.
—Suéltelo, señorita Mackenzie —y llegó justo el que quería ver.
—Fiscal, justo a usted es al que esperaba —pasó entre los guardias y se puso al frente, dio una orden muda para que bajaran sus armas. Nuestra seriedad se veía sincronizada al igual que nuestras miradas.
—Todos ustedes son un montón de inútiles —todos tenían un aspecto de decepción con ellos mismos.
—Al fin estamos de acuerdo en algo Fiscal.
—Mackenzie, por favor suéltalo.
—Me perdonaras, pero no estoy dispuesta a soltarlo, hasta que tu estés dispuesto a escucharme —me dispuse a negociar con él ya que este era mi plan desde que entré al cubículo, solo que mi rehén iba a ser Elise pero cambie de parecer, esta presa es más atractiva para mi.
—No teníamos que llegar a esto —se frotó la parte central de su frente con sus dos dedos.
—Tienes razón, pero alguien tomó la decisión de torturarme —yo lo hice todo de la mejor forma, pero me orillaron a esto.
—Usted no estaba yendo al grano, tuvimos que tomar medidas precipitadas —me miró fulminante.
—¿Le costaba tanto escucharme? —pregunté ahorcando un poco más al guardia. De alguna forma, sentía que estaba pidiendo un auxilio inexplicable— ¿Usted no quería respuestas? a caso ya su sed de justicia divina está saciada al tenerme como objeto de tortura sin un fin.
—No estamos llegando a ningún lado al contarme tu vida entera, sin llegar a lo que realmente importa.
—¡Todo importa, cada pieza importa! —grite con dolor disfrazado de ira.
Siento que perdí algo, siento que estoy perdiendo mucho, no se que es, no logro pensar bien, tengo la necesidad de que el me escuche por más que se que me puede ir muy mal.
Punzada... Punzada... Punzadas palpitantes en mi cabeza.
Mi respiración estaba un poco acelerada, mientras el silencio ahora reinaba, todos estábamos expectante de lo siguiente, casi sin parpadear y perdernos ni un segundo de vista.
—Está bien, seguiré escuchando tu historia —colocó una mano en el bolsillo y la otra la movía arriba y abajo como señal que dejara respirar al policía abusivo— Vamos.
—No soy tonta, primero has que se vayan todos los guardias —entrecerré los ojos y saqué uno de mis dedos para señalarlo— y tú me llevarás a mi celda.
El fiscal se veía poco convencido por mi petición, pero él sabía que no podía hacer mucho. Hizo que cada guardia se retirara y se pusieran en sus puestos, se colocó en la puerta y me hizo una seña para que lo siguiera, pero antes, agarre y apreté con la fuerza necesaria la cadena y "poof" Policía abusivo al piso, el fiscal me lanzó una mala mirada.
—Tranquilo, sigue vivo —pero se lo merecía— Desgraciadamente vivo. —musite llena de rencor.
Me llevó a mi celda y me dio algo.
—Fue para lo que vine principalmente antes de encontrarme con tal espectáculo —me dio unas mudas de ropa ya que mi estado era deprimente, un camisón hasta mis rodillas el cual era blanco, pero ahora era rojo sangre muerta y mis pantalones los cuales estaban rasgados igual que mi piel, heridas mal curadas y secadas por los días de descuido en este lugar—. Mañana por la mañana. —me advirtió para dejarme nuevamente en mi soledad.
—Hola gatito. —dije mirando a las afueras de mi celda.
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Espero les esté gustando ♡
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¿Qué opinan de nuestra protagonista hasta ahora?
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¿Les gusta este tipo de acción en los caps?
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MAC.
Genel KurguEn un lugar repleto de crimen y basura humana ¿sera posible que la inocencia en una chica en estas condiciones exista? Mackenzie tiene un pasado del cual no puede escapar y un presente que la deja con las manos manchadas . . ¿Que tanto Mac tendrá q...