Rosa Con Espinas (Kuroshitsuji)

El Secreto

~A ver Undertaker, es la tercera vez que te lo explico, no creo que sea tan difícil de entender o sí??

~Pero es que no entiendo como es eso posible, en todos mi años nunca había oído algo así.

~Bien, pon atención por que sera la ultima vez que lo explique. Yo vengo del futuro del año 2030 para ser exactos, construí una máquina del tiempo para llegar aquí, sufrí un accidente en el cual mi cuerpo absorbió químicos que alteraron mi estructura molecular y gracias a eso yo poseo gran fuerza y rapidez.

~No entiendo.

~Ahg! Me lleva~dice ya impacientada a lo que escucha una risita proveniente del sepulturero.~De que te...te estás burlando de mi verdad??~solo hicieron falta estas palabras para que él estallara en carcajadas ~porque eres así conmigo~dice cruzándose de brazos y haciendo un puchero, él al ver esto se acerca a ella y la abraza.

~Ya ya, pero no te molestes~dice entre risas, ella está sorprendida por el contacto pero se deja llevar y corresponde al abrazo, y de repente suelta una leve risa. ~ahora de qué te ríes??

~Es que hueles a las galletas de vainilla~dice alzando su cara para verlo ha lo que él baja la suya para verla y se quedan así por un momento, viéndose mutuamente, sus miradas estaban conectadas como si estuvieran diciéndose todo y a la vez nada.~estas muy ocupado ahora??

~No. Por que??

~Me gustaría que me acompañaras a dar un paseo por la ciudad, no he tenido la oportunidad de hacerlo, pero quiero conocerla como tú la conoces, quiero verla como tú la ves~en ese momento el ex shinigami sintió algo que no había sentido hace tanto, sintió como su corazón latía y latía con fuerza. Desde la primera vez que la vío sabía que ella era diferente, que era especial pero no esperaba que lo fuera tanto, desde hace mucho que no llegaba a su vida un alma como esa, que lo aceptara como era, que no lo juzgara y más que ese, que lo hiciera sentir vivo.

~Con gusto~dice con una dulce sonrisa, y se quedaron ahí, viéndose fijamente como si no existiera nada más, como si nada más importará.

~Nos vamos?~pregunta la joven soltándose del abrazo lentamente, como si no quisiera hacerlo y lo miraba atentamente con una tierna sonrisa.

~Si~ella toma su diario para guardarlo y se dispusieron a salir de la tienda, caminaban por las frías calles de Londres sin decir una palabra, no era un silencio incómodo solo disfrutaban de su compañía, se dirigían miradas y se dedicaban sonrisas. Así la pasaron todo el camino hasta llegar al cementerio, el abrió las rejas de la entrada y se adentraron.

~Es hermoso~dice Sophie al ver todo cubierto de nieve los árboles, el césped, las lápidas, todo totalmente cubierto por el manto blanco de la naturaleza.

~Sí, lo es...ven, quiero mostrarte algo~ella solo asintió y lo siguió, se adentraron al bosque que estaba al final del cementerio, luego de caminar un rato entre un camino de sauces llorones llegaron a un risco que daba al mar, se detiene y posa su mirada en ella~Sabes cual es el origen de los shinigami??

~No. Cual es??

~Todos fueron humanos que por diferentes razones decidieron suicidarse, pagando una condena eterna por haber terminado con sus vidas antes de sus fechas~al escuchar esto ella lo mira sorprendida, él la ve por unos segundos y luego dirige su vista al inmenso mar~fue en un lugar como este en donde yo lo hice~ahora ella fijaba su mirada en el mar~nunca se lo había dicho a nadie, era mi secreto más grande y no quería contarlo.

~Y que te hizo cambiar de opinión??~pregunta fijando su mirada en él.

~No lo sé. Solo siento que puedo contártelo a tí sin que me juzgaras.

~Tienes razón, yo nunca haría eso, nadie tiene derecho ha hacerlo por que ellos no entienden tu dolor. Pero yo no lo hago porque es posible que entienda lo que se sienta el no tener el control de tu vida, el vivir en un infierno diario esperando con ansias la noche para que se llevara las lágrimas que intentaban sanar tu alma, el estar undiendote en un pozo oscuro y sin fondo donde no te queda más que rendirte por que ya te cansaste de luchar constantemente sin llegar a nada.~relataba mirando el horizonte.

~Acaso tú...??~no pudo terminar por que ella lo interrumpió.

~Así es. Lo intente, millones de veces lo intente pero nunca tenía el valor para hacerlo siempre había algo que me detenía, hasta que un día decidí hacerlo pero ya era demasiado tarde, no pude escapar de ese infierno y no puedo hacerlo ahora.

~A qué te refieres??

~Yo no puedo morir Undertaker, no importa cuántas veces lo intente o cuanto daño le proporcione a mi cuerpo, este simplemente se regenera volviendo a su forma original. Los químicos dañaron mis células haciendo que se pudieran multiplicar mucho más rápido y que se regeneraran que para cualquier ser vivo, causando que mi cuerpo pidiera reparar cualquier daño por más grande que sea, es como un botón de reinicio o una máquina del tiempo siempre vuelve a su estado original.

~Yo no...no esperaba que pudieras entenderlo tan bien...lo lamento.

~No lo hagas, yo dejé de hacerlo hace mucho, cada uno de los eventos me trajeron a este momento, vine aquí para tratar de escapar de mi infierno...aunque eso es imposible, me alegra haberlo hecho porque me permitió conocerte~dice viéndolo y dedicandole una sonrisa.

~A mi también me alegra haberte conocido~le dice sonriente, luego ambos dirigen su mirada al vasto mar, ella estira sus brazos y cierra sus ojos para sentir como la helada brisa acariciaba su piel y ondeaba su cabello, a lo que él la veía y se perdía en sus pensamientos.

~Es tan hermoso y pacifica, pero con un gran peso en los hombros, no pensé que una joven tan alegre y radiante como ella pudiera ocultar tanto dolor tras una sonrisa....pero que digo, si yo también lo hago~pensaba mientras la veía atentamente grabando cada parte de ella en su memoria, luego cierra sus ojos y extiende sus brazos al igual que ella para sentir las caricias de la brisa.

-Ella abre sus ojos y camina hacia la orilla del risco y se sienta dejando que sus piernas colgaran, le indica al sepulturero que la acompañara y este lo hace.

~Quieres una galleta??~dice estirando un jarrón con estas dentro, ella las ve y luego a él y se hecha a reír.

~Acaso las llevas siempre contigo??

~Así es~dice con una gran sonrisa, ella la toma y se la come, luego se recuesta sobre el hielo que cubría las rocas de la orilla del risco estirando sus brazos y él hace lo mismo, gira su cabeza para poder verla.~te gustaría venir a comer conmigo??

~Eres muy amable, pero no quisiera molestarte más además no es necesario para mí el comer todo el tiempo.

~Pero para mí sí lo es. Ven vamos~dice levantándose y estirando su mano hacia ella para ayudarla a levantarse~y no, no es molestia~dice con una sonrisa ha lo que ella suelta un risita.

~Esta bien, esta bien, te acompañaré~se levantó y se dispusieron a salir del bosque en dirección a la funeraria.