La fortaleza de un ser

Capítulo 12: Compañía

El día sábado después de cenar en la pequeña casa de Wei Ying junto al alfa y el pequeño niño, no se percataron de la hora que era, pues estaban todos muy emocionados por la grata compañía y convivencia que se establecía en ese lugar.

- Mami, tengo sueño pero no me quiero dormir.

- Hijo es hora de dormir, ven vamos a la cama yo te llevare.

- No, quiero que gege me lleve a hacer tuto, gege ¿Tu podrías acompañarme? Prometo ser buen niño, y si quieres manzanita también puede estar con nosotros. – se dio vuelta el pequeño niño para hablarle al Lan mientras ponía su cara de gatos con botas.

- Hijo, Lan Zhan no puede hacer eso, vamos yo te llevare a dormir.

- No te preocupes Wei Ying. A-Yuan, ve a limpiarte y cambiarte de ropa con tu mamá, y cuando estés listo te contare un cuento o te cantare una canción para que te duermas, lo que tú prefieras. – le hablo al cachorro mientras se agachaba para estar a su altura.

- Mn, lo hare.

- Gracias Lan Zhan, espérame aquí volvemos enseguida. Ven pequeño, vamos a la ducha.

- Vayan tranquilos yo los espero acá en la sala.

Cuando los Wei se fueron al baño para que el pequeño se diera una ducha antes de dormir, Lan Zhan quiso ayudarlos una vez más y se dispuso a limpiar la mesa y ordenar un poco el desastre que habían dejado en la sala cuando estuvieron jugando.

- Gege, ya estoy listo y manzanita igual, ya quede limpiecito y mi mamá me puso mi pijama.

- Está bien vamos a la cama. – tomándolo en brazos para llevarlo a dormir causando una risa inocente en el niño.

- Eh, Lan Zhan, pero, pero pero... - hablo un Wei Ying sorprendido - ¿qué fue lo que hiciste?

- Les ayude a ordenar, hablemos después, ahora un pequeño cachorrito y su amigo deben ir a dormir.

- Está bien, ¿Puedo ir yo y escuchar la canción o el cuento también?

- Si mami, ven con nosotros.

Cuando todos llegaron a la habitación, el pequeño niño se acostó en su cama y le pidió al mayor que no quería un cuento, sino que le cantara, y este se sentó a su lado mientras Wei Ying se sentaba en su propia cama mientras el Lan comenzaba a cantar una canción de cuna, provocando que el cachorro se quedara dormido rápidamente y el Wei se emocionara al ver tan hermosa escena. Cuando el niño estuvo completamente dormido, el Lan se levantó y lo arropo para finalmente darle un beso en la frente y salir de la habitación junto a la madre del pequeño.

- Lan Zhan, dime la verdad ¿Por qué eres tan bueno con nosotros? Pues me pregunto ya que llevamos muy muy muy poco tiempo de conocernos y bueno en tan poco tiempo tu nos has ayudado bastante. Mira ayer me salvaste de dos tremendos problemas, primero en el parque y después del escándalo de mi niño, y bueno hoy, viniste a realizarle clases trajiste la cena, hiciste dormir a mi niño y me ayudaste a ordenar la casa del desorden que hicimos mientras jugábamos, y sinceramente no entiendo el por qué.

- Realmente ¿Necesitas saber el por qué?

- Si, pues por mi mente pasan muchas cosas y quiero tratar de entender y saber en qué postura estar ante todo esto. Pues no sé qué pensar. Tú eres un alfa soltero exitoso y no comprendo por qué me ayudas. Es por lastima, buena voluntad, obligación u otra cosa, y eso me tiene bastante inquieto.

- Wei Ying - hablaba mientras se sentaba a su lado en la mesa al mismo tiempo que tomaba sus manos y lo miraba al rostro - comprendo que estés así de nervioso, pero quiero dejarte en claro algo, no es por lastima ni obligación ni simplemente buena voluntad. A pesar del poco tiempo de conocernos, ustedes son personas muy importantes para mí, han provocado un cambio enorme en mi corazón. Siento como si ustedes fueran mi familia, como si siempre lo hubieran sido, y al sentir eso, obviamente quiero ayudarles.