Capítulo 8: Enfrentamiento

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La semana transcurrió con total normalidad, y el día viernes después de salir de clases, Wei Ying decidió llevar a su pequeño hijo a un parque que estaba cerca de la escuela, del cual le habían hablado muchas veces de lo hermoso, grande que este era, al igual que la adaptación de los juegos infantiles que eran maravillosos. Cuando llegaron, A-Yuan abrió los ojos con suma alegría al ver que su mamá lo había llevado a los mejores juegos que había visto en su corta vida y abrazo a su madre con mucho entusiasmo agradeciéndole por dicho acto y le pidió permiso para poder ir a jugar con los demás niños.

- Ve tranquilo mi pequeño bebé, yo estaré acá sentado observándote con manzanita, te cuidaremos desde esa banca. – dándole un beso en la frente de su hijo, señalándole la banca en la cual estaría sentado y dejó que se fuera mientras él se fue a sentar con manzanita.

Ya había pasado cerca de una hora cuando Wei Ying decidió que era tiempo de irse para poder llevar a comer algo a su cachorro, pero antes de poder llamarlo escucho una voz que esperaba nunca volver a oír en su vida – Mierda, esto debe ser una broma – pensó para sí mismo, pero antes de hacer algo, se dio cuenta que esa persona se encontraba más carca de lo que esperaba, se paró de golpe de su asiento y se volteó a ver el rostro tan indeseable.

- Jiang Ying, mi lotito sabroso, cuanto tiempo sin verte, te fuiste tan rápido la última vez que nunca tuvimos oportunidad de poder conversar sobre lo sucedido.

- Que haces aquí y que es lo que quieres – respondía a regañadientes el Wei mientras daba un paso atrás evitando que el otro hombre se acercara, y mirando de reojos a su pequeño. El terror que sentía en ese minuto no era por el mismo, sino que por su cachorro, debía de protegerlo a como dé lugar.

- Solo paseaba por acá y de pronto vi tu silueta tan única y especial como siempre – hablo sorbeteandose la saliva mientras se la limpiaba con el dedo gordo de su mano derecha, y con una mirada lujuriosa mientras intentaba acercarse a Wei Ying.

En ese minuto, Wei Ying al sentirse observado de esa forma tan vulgar, sintió una transpiración fría recorrer su espalda al sentirse ultrajado y desvestido solo con esa mirada. Por otra parte, A-Yuan vio a su mamá que se encontraba muy inquieto y en posición defensiva frente a un hombre, jamás lo había visto de esa forma por lo que comenzó a sentirse ansioso. Si bien, se notaba que él era un hombre rico, su aspecto lo hizo temblar y enojarse al mismo tiempo así que decidió dejar de jugar inmediatamente y acercarse lo más rápido posible a los adultos y así ayudar a su mamá de dicha situación, pero antes de hablar escucho a su madre enfurecido hablar.

- WEN CHAO, SERA MEJOR QUE TE MANTENGAS ALEJADO DE MI SI NO QUIERES QUE TE DESTRUYA POR COMPLETO.

A-Yuan al escuchar el nombre del desconocido se frenó de golpe y al analizar dichas palabras comenzó a temblar aún más y su enojo se convirtió rápidamente en miedo y ansiedad casi provocándole una crisis asmática en ese mismo instante, pues había escuchado días atrás parte de la conversación que tenía su madre con su tía, en donde su mamá le contaba que el hombre llamado Wen Chao le había provocado tanta desgracia y sufrimiento, era el mismo que estaba frente a su madre, y eso no era para nada bueno. Entrando en desesperación por buscar la forma de ayudar a su mamá a que ese hombre se alejara y que no le hiciera más daño, comenzó a mirar hacia todos lados en el parque intentando controlar su respiración como le habían enseñado para evitar una crisis de asma, cuando a lo lejos vio la figura de un hombre alto acercárseles, era el hombre con el que había chocado la semana anterior a lo que el pequeño cachorro vio una luz de esperanza y decidió que era la oportunidad perfecta para actuar, pues aun siendo pequeño era muy inteligente por lo que le grito a su mamá atrayendo la atención de ambos adultos mientras ocultaba su condición de salud.

La fortaleza de un serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora