Capítulo 42: Consumación del matrimonio

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Cuando Lan Zhan abrió la puerta, se encontró con el camino de pétalos de rosas alumbrado por las velas, y a Wei Ying parado al final de este, esperándolo muy nervioso. El Lan se percató de que el celo era muy fuerte, pues incluso antes de entrar a la habitación, ya sentía el aroma a loto que le fascinaba de Wei Ying, y cuando entro y lo vio, comenzó a desprender inconscientemente su aroma a Sándalo, pues el celo del omega era tanto, que le estaba adelantando el celo a su alfa. Lan Zhan camino tranquilamente por el camino marcado sin dejar de ver el rostro de su amado, mientras que este lo esperaba nervioso y con mucho deseo parado junto a la cama. Cuando ambos estuvieron frente a frente, Lan Zhan acaricio tiernamente el rostro de su omega y apego su frente a la del mientras hablaba.

- Tu eres mío, y yo soy tuyo por toda la eternidad - hablaba el Lan mientras juntaba su frente con la del omega y acariciaba su rostro con ternura.

- Yo soy tuyo, y tú eres mío por toda la eternidad, te prometo que solo tu podrás tenerme entre tus brazos todos los días - hablo el Wei mientras acariciaba el rostro del Lan con una mano y con la otra tocaba el pecho del alfa.

- Recuerda rus palabras - respondió el Lan mientras tomaba por la cintura a su omega y lo besaba con pasión.

Luego de varios minutos en que ambos estuvieron besándose apasionadamente, se separaron para respirar, y el Lan comenzó a sacar suavemente el dije que Wei Ying tenía sobre su cabello, dejando que este callera sobre sus hombros con soltura. Mientras el Wei hacia lo mismo con el de Lan Zhan, y cuando terminaron con el cabello, ambos comenzaron nuevamente a besarse apasionadamente mientras el Lan soltaba tiernamente las túnicas del Wei y este soltaba las del alfa. Cuando la túnica del alfa ya estaba completamente desatada, este se la saco con la ayuda de Wei Ying y cayó al suelo sin gracia, mientras que el Lan sacaba la túnica de Wei Ying de la misma forma. Pronto el omega comenzó a desabrochar los pantalones del Lan sin separarse del beso con su alfa, sintiendo el miembro de este erecto, y el suyo de igual forma, por lo que cuando termino de desatar el pantalón, este cayó al piso junto a la ropa interior del Lan, mientras el Lan comenzaba a bajar con pasión el pantalón de Wei Ying percatándose de la ropa que este llevaba debajo, quedando completamente asombrado, pues el omega llevaba un traje negro muy apegado a su cuerpo, haciéndolo lucir completamente deseable para cualquier persona.

- ¿Te gusta lo que ves? - pregunto un poco tímido Wei Ying.

- Me fascina, te amo demasiado - hablo el Lan antes de acercarse nuevamente hasta su omega y besarlo con pasión.

El beso era completamente correspondido, y Lan Zhan acerco la cintura de Wei Ying a su cuerpo provocando que ambos miembros rozaran en sus puntas, dejando un quejido placentero en el omega, causándole aún más excitación al Lan, quien lo tomo en brazos, dejando que el omega lo rodeara con sus piernas, y se acercó a la cama dejando suavemente al Wei sobre esta mientras comenzaba a rozar nuevamente su miembro con el de su esposo, provocando aún más quejidos.
Pronto, Wei Ying comenzó a acariciar el cuerpo de Lan Zhan con una mano, mientras que con la otra comenzó a masturbar al alfa, mientras que el Lan comenzaba también a masturbar al omega, teniendo ambos quejidos placenteros pidiendo más.

- Lan er gege, no te detengas, no pares por favor.

- Mn, tu tampoco - hablo el Lan mientras besaba el cuello de Wei Ying.

Pronto la pasión comenzó a subir de tono, provocando que Wei Ying tuviera su primer orgasmo, y junto a este también lo tuviera el Lan, soltando todo el esperma sobre la mano de Wei Ying mientras que su mano estaba con el esperma del omega.

- Quiero todo de ti - hablo el Wei lamiendo el semen de su mano.

- Todo solo para ti - Hablo el Lan mientras se ponía nuevamente duro y comenzaba a besar cada parte del cuerpo de Wei Ying, dejando un pequeño mordisco luego de cada beso, y cuando llego hasta el miembro del omega, lo introdujo en su boca comenzando a masturbarlo.

La fortaleza de un serDonde viven las historias. Descúbrelo ahora