Kimi, hija de una familia tradicional es comprometida al joven Michikatsu, el hijo gemelo mayor del clan Tsugikuni.
A pesar de no haber conocido a su cuñado, llega el día en que ambos caminos se cruzan.
Los oscuros deseos de Michikatsu, y una secret...
Aquellas palabras dichas por Michikatsu no solo me dejaron en un estado de inquietud y cierta comprensión. Sino, que he estado tratando de descifrar la vaga posibilidad de que un ser tan frívolo y lamentable como él tenga un deseo tan egoísta.
¿Ser feliz? ¿realmente...lo merece?
Debo admitir que de primera pude sentir el dolor y la soledad en sus palabras, más aún cuando me dedicó una sonrisa ligera, sus ojos opacos fiel reflejo de un alma en pena fue incluso creíble. Pero, alejé ese débil sentido de querer comprenderlo cuando recordé las atrocidades que él ha hecho.
Y, no lo digo solo por mí, por el hecho de haberme arrebatado todo.
Es por Yoriichi.
Fue capaz de atacar a su propio hermano, el único que en este mundo pudo haberlo amado. Sí tan solo Michikatsu no fuese tan egoísta, sí tan solo pudiese haber encontrado la "felicidad" que tanto busca de otra forma.
Pero ya es tarde. Él ha decidido un camino que debe recorrer solo, nadie ni nada ya puede salvarlo.
— Kimi.
Su voz resonó por toda la habitación, solté un suspiro pesado al escucharlo por cuarta vez en lo que va del día.
— ¿Seguiras sin comer?—una "preocupación" que pareció convincente se escuchó en su voz—. Han pasado ya dos días, no puedes seguir así. Debes comer.
Solté otro suspiro pesado ignorando por completo su presencia.
Pensé que sería como otras veces, que simplemente soltaría un gruñido fuerte y saldría de aquí con pasos apresurados. Pero, cuando se sentó frente a mí con la comida entre nosotros no pude evitar sentir cierta sorpresa.
— Mira—dijo mientras tomaba algo del recipiente—. No tiene veneno, lo probaré por ti.
Tal como dijo, comió de aquello demostrando que la comida no tiene veneno y que puedo comer de ella.
Aún así, esa nunca fue mi preocupación.
Aparté la mirada cuando Michikatsu extendió el recipiente hacia mí para que imitara su acción. Sostuve con una de mis manos mi mentón para ocultar el pequeño miedo que aún me hace sentir su presencia.
— Kimi. Ya te dije que no tiene veneno, tú lo acabas de ver, ¿podrías enton-...
De repente, Michikatsu cortó su oración y comenzó a toser de forma brusca y fuerte llevando ambas manos a su cuello. Se movía de forma inquieta, cayó al suelo sobre su espalda retorciendo su cuerpo una y otra vez.
Me maldije a mí misma cuando me encontré a su lado tratando de entender qué le sucedía.
Cuando comenzó a reír con cierto brillo en sus ojos me maldije el doble de veces.
Volví a alejarme de él y le ignoré por completo mientras Michikatsu reía con tanta libertad y goce.
A decir verdad, es primera vez que escucho su risa.
— Jajaja lo siento—dijo entre risas suaves una vez ya más calmado—. No lo pude evitar jajaja. Pensé que te causaría un poco de gracia esto.
Puse los ojos blancos ante su comentario.
— Está bien, lo entiendo. No es por miedo a veneno, ¿cierto?
Le dediqué una mirada fugaz.
— Entonces lo entiendes—respondí de forma segura.
Él abrió un poco más los ojos cuando le hablé, creo haberle dado una falsa esperanza, pues sacudió sus ropas y se sentó frente a mí con aire de grandeza.
— Kimi, no puedo permitir que te hagas este daño. ¿Sabes el riesgo que estás tomando? ¿Por qué haces esto?
Alcé una ceja curiosa.
— ¿No era que lo entendías?
— Es por Yoriichi, lo sé—dijo esta vez con la voz gruesa—. Pero, él no está aquí, ya fue. Quedó en tu pasado. Tú y yo ahora tenemos un futuro brillante por delante.
No sé qué más me molestó de aquellas palabras, el hecho de que Michikatsu decidiera sobre mi vida, o que sacara de una forma tan fácil a Yoriichi de la misma.
Ignoré su estupidez para sonreír de forma irónica, su rostro se puso aún más complicado.
— Prefiero morir frente a ti antes que tener ese futuro tan "brillante a tu lado".
Sostuve el recipiente y dejé caer su contenido por completo al suelo, que no piense que en su ausencia como algo de la basura que me traen.
Desde que puse un pie en éste lugar que había decidido rechazar todo lo que ellos me dan.
Aquí todo huele a muerte.
— Kimi...
El susurro áspero de su voz fue agobiante, le siguió un silencio incómodo y de cierta forma preocupante. Pero, él apretó sus puños sin decir palabra alguna para luego agarrarse de la cabeza.
— Me volveras loco, mujer.
Dicho aquello, salió de la habitación sin hacer escandalo alguno.
Hoy Michikatsu me ha sorprendido dos veces.
Narrador
Lejos de Kimi, las delgadas pestañas de Yoriichi comenzaron a inquietarse a medida que él apretaba sus ojos.
Volver a sus cinco sentidos le significó reconocer el dolor y malestar en su cuerpo. Por instinto, llevó una de sus manos hacia su costado izquierdo, la fragilidad de la herida aún hace acto de presencia, y al haber sido usada con veneno, le ha significado otros tipos de malestares también.
Con sus piernas dormidas, y sus manos acalambradas pudo sentarse en aquella cama en silencio. Se sentía extraño, como sí hubiese tenido un largo sueño, pero algo le faltaba. Algo importante.
Recordó todo como sí un balde de agua fría hubiese sido lanzado sobre su rostro. Con la mirada ardiendo en rabia al recordar el rostro de su hermano, intentó llegar hasta la puerta de aquella pequeña habitación. Pero, apenas se puso de pie, sus piernas cedieron y cayó sobre el suelo como sí de un saco se tratase.
Aún así no se detuvo, Yoriichi intentó ponerse de pie una y otra vez. Su mente trabajaba con tanta velocidad tratando de encontrar el lugar en donde pudiese tener a Kimi escondida, pero el dolor en su herida le hizo detenerse en su acción.
Sangre fresca brotando de ella le alertó a que no puede ni está en condiciones de salir tan rápido. Su lado consciente y seguro le afirmaba que lo mejor sería recuperarse antes de iniciar una pelea, tiene más que claro que no sería algo fácil ni sencillo, que sí va en este estado lo único que podría lograr es poner a Kimi en otro riesgo más.
Sin embargo, Yoriichi no podría permitir que su hermano tenga bajo sus garras a la mujer que tanto ama.
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