Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*

Cap. 36

Narrador

El delgado hombre de cabello negro observó con desdén y arrogancia a los cazadores frente a él, soltó una risa amenazante, pero a la vez provocadora incitando aun más a los recién llegados.

— Entonces, ¿ese bastardo los envió para matarme?—dijo con total claridad, los cazadores hicieron oídos sordos a tal pregunta—. Es claro que fue así, esa rata cobarde huyó de aquí. Ante la primera oportunidad me traicionó por esa humana. Que débil.

El cazador de estatura más baja se irritó al escuchar la voz despreocupada del demonio, parecía que ellos no significaban amenaza alguna para él.

— ¡¿De qué estás hablando idiota?! ¡¿Qué no ves que hoy mueres?! Deberías estar aterrado, demuestra el insecto asqueroso que realmente eres.

El cazador gritaba enojado, si hay algo que odia de los demonios es como estos mismos toman a la ligera muchas veces al ser humano.

Olvidan por completo que ellos alguna vez también lo fueron.

El cazador de cabellos rubios le dio un golpe con el codo a su compañero, pues una de las indicaciones era interactuar lo menos posible con Muzan. Pero, el peli negro al ver tal reacción no dudó en darle a sus espectadores lo que tanto querían.

— Veo que estas interesado.., ¿quieres saber quien era la persona que los trajo hasta aquí?

Muzan observó con mayor determinación al grupo frente a él, sus ojos se detuvieron inmediatamente sobre Yoriichi.

— Ese chico de allí, debe saber bien de lo que estoy hablando.

Sonrió de forma maliciosa.

— ¿No es tu hermano, quien se llevó a la chica que amas para traerla hasta mi?

Como si se hubiese dado una gran alerta, Yoriichi abrió sus ojos de par en par y saltó sobre Muzan al instante que agarraba su espada llevando la hoja de corte directamente al cuello del demonio.

Los cazadores no lograron reaccionar a tiempo, el hombre que cargaba a Yoriichi apenas pudo pestañear cuando el cuerpo delgado del pelirrojo se lanzaba sobre Muzan.

El sonido metálico de la espada hizo eco al llegar a suelo con tanta brusquedad, el demonio por poco y se salvó de ser cortado allí mismo.

Una sonrisa amarga se dibujó en los labios del peli negro, con una mano en su cuello observó detenidamente el rostro juicioso frente a él.

Yoriichi no lo pensó ni un segundo, volvió a lanzarse sobre el demonio con más fuerza que la vez anterior, Kibutsuji apenas lograba esquivar los ataques del muchacho, el cabello rojo del joven danzaba en el viento a medida que su katana cortaba el aire.

Los ojos de Muzan comenzaron a verse desesperados.

El grupo de cazadores seguía en silencio la escena, parecía que todos quedaron en shock por la reacción del joven, y más aún por sus habilidades con la espada.

— Podría ser un gran cazador—susurró un integrante del grupo.

— ¡Será el último si hoy logramos vencer a Kibutsuji!—gritó con ánimo el cazador de cabellos rubios para luego unirse a la pelea guiando a sus compañeros con él.

Muzan observó con terror escondido en sus ojos como esta vez eran más espadas las que trataban de llegar a su cuello, desesperado comenzó a llamar a sus súbditos más cercanos, grupos de demonios feroces no demoraron en llegar para apoyarle.

La pelea se dividió en grupos, cazadores enfrentando a los demonios recién llegados, el hombre de cabellos rubios junto a Yoriichi se enfrentaban a Muzan.