Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*

Cap. 1

Capitulo uno: Rojo.

¿Podrían las tardes de un domingo simplemente, ser aún más aburridas?

Recostada sobre el tierno pasto observaba el cielo que se posaba sobre mí, las nubes grandes y esponjosas avanzaban despacio. Una suave brisa jugó con mi cabello y movió la hierba más grande, las hojas de los árboles comenzaron a caer dejando en descubierto que ya nos abandona el verano.

— ¿Podría algún día tocar una nube?—susurré despacio, alcé mi mano al cielo cómo sí estuviese tratando de llegar a el.

Suspiré agotada abandonando todos mis "estúpidos" sueños, o al menos eso es lo que cree mi prometido; Michikatsu.

Así es, debido a un arreglo familiar me han ofrecido como la novia del hijo mayor del clan Tsugikuni, y este también por su rol en la familia no tuvo más opción que aceptar el acuerdo. Sin embargo, a pesar de que todos hablan del gran "hijo mayor", me he estado preguntando dónde se cuentra el hijo menor del clan, es decir, mi tan misterioso y desconocido cuñado.

— ¡Señorita!, ¡Señorita!—maldije por lo bajo al saber que había sido encontrada durante mi pequeño descanso de las preparaciones matrimoniales.

Con profundo pesar y molestia, logré sentarme en el cesped. Por el rostro de espanto de la muchacha que venía a prisas hacia mí, supe que mi ropa había quedado en mal estado.

— Oh, no...,esto es malo, es muy malo—su voz nerviosa por lo que veía era gracioso, pero no quise ser grosera con ella, por lo que me puse de pie disimulando la sonrisa que se dibujaba en mi rostro.

— ¿Qué sucede, Haru?

Haru es críada de nuestra familia, a pesar de ser una muchacha muy joven [tenemos la misma edad] se ha logrado ganar la total confianza de mi padre, por lo que ella está designada a mi cuidado las 24 horas de los siete días de la semana. Es como una sombra.

— El clan Tsugikuni viene en camino, un ave nos ha traido la noticia de que llegara en cualquier momento—su rostro tenso y su sonrisa desarreglada terminaron por convencerme. El que sería mi "día de descanso" se habría vuelto uno más de arreglos y reuniones.

— Gracias por avisarme, ire a tomar un baño y cambiarme de ropas.

— Señorita, no creo que logre hacerlo.

— Apuesto mi libertad a que si—dije mirandola sobre el hombro mientras le daba la espalda para caminar hacia el baño ignorando las advertencias de Haru, pues ella estaba en lo correcto.

Logré solo entrar a mi hogar cuando escuche el andar de un grupo de caballos. Tras ello, los innumerables hombres que salían en recibimiento y mujeres que corrían de lado a lado para preparar la bienvenida.

Podría entrar directamente al cuarto de baño y fingir malestar para poder arreglarme, pues solo tenía un poco de lodo en los pies, tierra distribuida por todo el kimono y el cabello despeinado. Pero, pensar en el rostro espantado de mi futuro esposo y la decepción que tendra cuando vea a su futura mujer convertida en todo un alboroto me causó más curiosidad que cualquier otra cosa.

Sonreí maliciosamente y caminé hacia nuestro salón de encuentros, en el camino fui victima de miradas y susurros sobre mi apariencia, aún así yo disfrutaba de cada uno de ellos. Estaba logrando mi cometido y eso solo llenaba mi apetito de curiosidad.

Llegue hasta la gran puerta que me separaba del salón, escuche las voces de mis padres que hablaban con cierto tono extraño, el cual logró llamar mi atención.
Apoye mi mano y deslicé la puerta para poder ser parte de la conversación.