Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*

Cap. 13

Capítulo 13: Una nueva vida.

Su mirada inquieta y tímida deseaban sin demora una respuesta ante tal pregunta. Por mi parte, mi cuerpo parecía incapaz de procesar lo que acababa de suceder.

— Soy incapaz de pensar mal de ti, Yoriichi. Sé que puedo confiar en tu palabra, pero también sé que primero debes aprender mucho antes de ir por la vida diciendo cosas como esas—dije tratando de calmar el ambiente.

— ¿No te enojarías?—preguntó con la mirada confundida, quizás creyó que le odiaría con todo mi ser—. Eres muy extraña, Kimi.

— Y tú muy inocente—respondí para ponerme de pie y estirar mi cuerpo—, en eso eres muy distinto a Michikatsu.

Él alzó una de sus cejas queriendo decir que necesitaba saber más a lo que me refería.

— Tu hermano siempre fue más mujeriego, él sabía manejarse con las mujeres—expliqué con tranquilidad para que él pudiese comprender el mensaje—. Pero, tú eres totalmente distinto.

— No tenía interes alguno en conocer a una mujer—respondió Yoriichi mientras se ponía de pie.

— ¿Tenías?—pregunté curiosa.

— No lo sé—respondió con la mirada perdida—, creo que eso cambió desde el día en que te conocí. Como tu acabas de decir, aún hay mucho que debo aprender.

Mi corazón dio un salto de alegría por su confesión indirecta.

— Aún así, no tengo tiempo para eso—añadió con la voz seca y corriendo la mirada—, dedicare mi vida a ser un cazador de demonios.

Volví a la realidad de golpe, ese sueño del final feliz con este pelirrojo parece estar más lejos de lo que pensé.

Suspiré vencida, sí en la vida de Yoriichi no hay tiempo para el romance, entonces hare lo que sea para estar a su lado, aunque eso signifique ser compañeros de batallas.

— Quiero entrar—dije llamando su atención—, yo también quiero ser parte de los cazadores de demonios.

Trate de sonar firme y decidida en mi petición, pero mis manos temblaban despacio por el miedo y lo que ello conllevaría.

— Podrías morir—dijo mientras nuestras miradas se cruzaron—, eso no me lo podría perdonar jamás.

— No pienso quedarme de brazos cruzados esperando a que el mundo se resuelva de un día para otro—hablé con la voz ahora más dura—. Sí voy a empezar este viaje contigo, lo haré siendo una cazadora de demonios.

Él sonrió despacio, suspiró agotado al ver ahora mi si irremediable confianza y seguridad en mis palabras. Tras un breve silencio se dio por vencido y aceptó mi condición.

— Yo me encargare de entrenarte—dijo para luego dar media y vuelta y comenzar a caminar—, nos iremos en un rato más. Lo primero que debemos hacer es buscar una casa para nosotros, allí comenzara todo.

Seguí sus pasos con la mirada, apenas lo perdí de vista entré a la habitación para cerrar la puerta y apoyarme en ella.

Mi respiración agitada, pequeños temblores en mi cuerpo y mi imaginación hecha un lío no me dejaran descansar. Pues, lo que más me ha impactado, es que ha dicho que viviremos juntos en la misma casa. Ya es como sí hiciera una vida de pareja junto a Yoriichi sin que él mismo sepa de eso.

Reí despacio por su forma de ser tan inusual.

Me arreglé con unas ropas más cómodas que la anciana de la residencia dejó para mí. Salí del cuarto para buscar al pelirrojo y finalmente lo encontre en el patio trasero del lugar.

— Es tu costumbre siempre estar en el patio de cualquier sitio—dije interrumpiendo la melodía que desprendía su pequeña flauta.

— De alguna forma puedo relajarme estando así—explicó mientras guardaba el pequeño instrumento—, ¿estas lista?.

Asentí despacio con una gran sonrisa, él se puso de pie y camino hasta llegar a mi lado.

— Entonces, nos vamos—dijo para invitarme a caminar a su lado.

Nos despedimos de la mujer y agradecimos su hospitalidad, ella nos dio comida para el viaje y deseo suerte para nosotros.

Asi, comencé una nueva aventura junto a este particular y adorable muchacho de cabellos rojos.

— ¿Qué le diras a tus padres?—habló Yoriichi rompiendo el silencio entre nosotros.

— Lo último que supe sobre ellos fue que Haru les iba a escribir para contarles de la fecha adelantada de la boda—le conté mientras caminabamos, el bosque al que nos habíamos adentrado es profundo y desolado—, pero no estoy segura de que lo haya hecho. Menos sí ya tenían planeado matarme antes de que siquiera pudiese casarme.

— ¿Eso te entristece?—preguntó de forma directa, ya ni siquiera me sorprenden sus preguntas desconsideradas.

— ¿No haberme casado? Para nada, ya te dije que nunca he amado a Michikatsu. El hecho de que no nos casaramos fue casi un milagro para mí, ¿te imaginas sí después hubiese formado una familia con él?. No, gracias. Prefiero ir y arriesgar mi vida con los cazadores soportando tu extremo desconocimiento sobre la vida adulta que imaginar una vida con él.

Yoriichi rió con fuerza por lo que acababa de decir, le mire sorprendida por su entusiasmada actitud.

— ¿Estas bien?—pregunté un poco preocupada, él había detenido su andar para reírse con más ganas aún. Era tanto que incluso se dobló y se abrazaba a la altura de su estomago para calmarse.

— L-Lo siento—dijo mientras se recuperaba y secaba una lagrima que estaba pronto a salir—, eres muy graciosa Kimi. A todo le ves lo positivo aunque todos crean que solo puede ser malo y terrible...me encanta eso de ti.

Nuestras miradas se encontraron, todo lo que nos rodeaba se hacía cómplice de la atmosfera que se crea entre nosotros. Una sonrisa boba se veía aún en su rostro, sus ojos cálidos y sinceros me envolvían por completo, sentía que mi alma podría descansar en ellos.
Comenzamos a acortar la distancia que existía entre nosotros, de alguna forma nuestros cuerpos respondían de la misma manera entre ellos, era como sí una energía más allá de lo natural deseara que nos unieramos.

Yoriichi levantó una de sus manos y la apoyó en mi rostro, corrió un mechón que cubría parte de mi mirada con su mano libre, su respiración esta tan cerca de mi piel que sentía como ésta se estremecía.

— Aún no entiendo lo que me sucede—susurró despacio controlando su cuerpo de no seguir acortando nuestras distancias—. Pero cada vez que estoy contigo puedo ser yo sin temor alguno...eres la única persona que me importa en este mundo, Kimi. Y no sé sí eso sea bueno o malo.

Mis mejillas se sonrojaron por sus dulces palabras, sí es posible derretirme por tal calidad de hombre, pues lo haría sin dudar una y otra vez.

Sábado de Yoriichi♡

Aqui estaaaa♡ yoriichibb

Espero les haya gustado el capi, muuchaa gracias por leer mis historias♡

Nos leemos luego♡~