Cap. 21

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Capítulo veintiuno: Un secreto.

El muchacho de largo cabello rojo corría sin detenerse adentrandose cada vez más a la montaña, el silencio del bosque era preocupante, tanto que el miedo por el bienestar de Kimi iba aumentando mucho más.

Yoriichi corría sisteniendo el puño de su katana, todos sus sentidos se encontraban alerta ante la posible presencia de un enemigo.

Tras haber avanzado lo suficiente, y lograr estar más cerca de la cabaña. El aroma de Kimi se iba profundizando más.

Detuvo su andar de forma abrupta cuando llegó junto a un gran árbol, en la tierra el rastro de sangre fresca dejaba huella de su gran temor.

Las manos de Yoriichi temblaron, era su sangre, Kimi estuvo aquí.

El muchacho cada vez se desesperaba aún más, retomó el andar con más velocidad. Siguiendo el aroma que le guiaba, logró llegar a su cabaña.

Habían pequeños rastros de sangre en el camino, el pelirrojo estaba confundido por lo sucedido.

Llegó a la puerta de entrada, su corazón latía con brusquedad.
Su mandíbula tensa y ojos a punto de quebrarse daban mala señal.

Empujó la puerta despacio, notó que ésta no estaba del todo abierta. Con cautela, entró a la cabaña revisando el interior.

Un plato roto en el suelo de la cocina, manchas de sangre que iban hacia la habitación de Kimi.

El aroma de un extraño llegó a su nariz, había otra persona en la cabaña en ese momento. Y, desconocía qué clase de persona es.

Agarró su katana despacio, trató de no hacer ruido alguno mientras se desplazaba para llegar a la habitación de Kimi.

Estaba preparado para lo peor.

Llegó al cuarto de la muchacha, la puerta estaba entreabierta. Una figura masculina se encontraba sentada dandole la espalda al pelirrojo.

Yoriichi sostuvo su katana con fuerza, pensó haber encontrado al culpable.

— ¿Conoces a esta muchacha?

El hombre había hablado, Yoriichi abrió sus ojos de la sorpresa y entró a la habitación desesperado.

Frente al extraño, Kimi se encontraba recostada con ambos ojos cerrados.

— Se desmayó del dolor—explicó el hombre señalando la herida que tenía Kimi en su muslo—. Mis compañeros han ido en cacería del demonio.

Yoriichi cayó sobre sus rodillas vencido, el miedo que sintió por perderla fue tal que ahora la culpa al verla herida le comía la conciencia.

— Esto...es mi culpa—murmuró el pelirojo viendo a la joven con cierto pesar.

Él, que le había hablado de protección y seguridad, no fue capaz de cumplir su promesa.

— No creo que ella quiera escuchar eso—la voz gruesa del hombre llenó la habitación—. Es una luchadora, llegamos justo a tiempo cuando aquel demonio estaba a punto de acabar con su vida. Pero, era una situación extraña, ambas parecían conocerse por las cosas que gritaba aquel ser.

Yoriichi levantó la mirada para ver los ojos apagados del hombre.

— ¿Cazador de demonios?—preguntó el pelirojo, aquel extraño asintió en silencio—. Es irónico, la dejé sola porque baje al pueblo cercano en búsqueda de ustedes.

El extraño sonrió por lo bajo.

— Es el destino, ¿no lo crees?—el hombre hizo una pausa—. Imagino que me buscabas porque quieres ser uno de los nuestros.

Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora