Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*

Cap. 22

Capítulo veintidos: Una Herida.

¿Qué sucedió?

Siento que...mi cuerpo duele, pero aún no estoy despierta.

Haru, ella intentó asesinarme. Pero, alguien la detuvo.

¿Quién es ese hombre?

¿Yoriichi?

— Despierta, por favor...

Esa voz.

¿Por qué se escucha tan triste?

¿Está llorando?

— Despierta...Kimi...

Abrí mis ojos despacio respondiendo a sus llamados, el cuarto estaba oscuro, pero lograba ver unas vagas lágrimas caer por su rostro escondido entre esa gran cabellera peliroja.

— ¿Yo..richi?—susurré despacio, sentía la boca seca.

Él dejó ver su rostro, su mirada triste chocó con la mía.

Una sonrisa débil se dibujó en mi rostro.

— No quería preocuparte—susurré despacio—, lo siento.

Inmediatamente, él se lanzó a mi pecho para rodearme con sus brazos.
Parecía un niño pequeño, lloraba despacio mezclando la tristeza y el alivio.

— No digas eso—susurró sin verme—. No debí dejarte sola, no fui capaz de protegerte. Que estés así, es por mi culpa.

Acaricie su cabello, su voz ronca iba liberando todos los sentimientos que tenía reprimidos.

— Cuando llegue a la cabaña hace dos días, y al ver tu sangre por todos lados me hizo perder la seguridad—añadió, seguí acariciandole mientras él se desahogaba—. Ver tu rostro herido, tu cuerpo con sangre me hizo dar cuenta de lo débil que fui al ser incapaz de protegerte.

Sus palabras sinceras llenaban el lugar, sentí pena por toda la preocupación que debe de haber sentido.

— Kimi, lamento haberte fallado—susurró—. No quiero perderte, yo me di cuenta que sin ti mi vida pierde todos sus colores.

Yoriichi levantó la mirada, sus ojos tristes y avergonzados crearon en mí una extraña sensación.

— No es tu culpa—susurré, apoye una mano en su mejilla—. Estoy viva, estas frente a mí, y eso es lo único que realmente me importa.

Sonreí.

Él me vio de una forma extraña, esta mirada es nueva en Yoriichi.

Había una especie de sorpresa en su rostro, como sí él hubiese descubierto el hecho más importante de su vida.

Levantó una de sus manos para apoyarla sobre la mía, así el calor que desprendía su rostro se sentía más cercano a mi piel.

Esta vez no fui yo, ni mis intentos por acercarme a él.

Fue Yoriichi, quien en un movimiento fugaz, pero a la vez cuidadoso, posó sus labios en los míos para besarme con ternura.

Era delicado, cuidadoso, transmitía tanta tranquilidad que incluso el dolor había abandonado mi cuerpo.

Nos separamos por la falta de aire, mis mejillas estaban rojas, sentí un poco de confusión y vergüenza por tal reacción tan sorpresiva de su parte.

Una sonrisa cálida se dibujó en su rostro, apoyó su frente sobre la mía para luego cerrar sus ojos dejando ver una apariencia más tranquila.

— Eres todo lo que tengo—susurró, su voz logró cautivar mi corazón—. Fui un torpe al tomarte todo este tiempo para darme cuenta de lo importante que eres para mí, Kimi.