Capítulo tres: Despedida.
El viaje restante hasta llegar al hogar del clan Tsugikuni no fue extenso ni terrible. Tras haber viajado medio día logramos llegar durante el transcurso de la noche a la gran residencia.
Hombres y mujeres llegaron en nuestro encuentro. Ellos se encargaron de los caballos y las criadas fueron a por mí.
— Bienvenida, señorita—susurraban acompañado de finas reverencias. Respondí a cada una de ellas con un sincero agradecimiento.
Unas muchachas muy jovenes se encargaron de llevar mis cosas. Yoriichi bajó primero del caballo y con sutileza me ayudó a imitar su acción.
Una sonrisa fugaz apareció en su rostro cuando ambos habíamos tocado tierra, el animal fue llevado por uno de los hombres y una voz familiar irrumpió en nuestra pequeña búrbuja de complicidad.
— ¡Yoriichi!—llamó—, ¿Dónde haz estado?
Parecía no haber notado aún mi presencia, pues Yoriichi se interponía entre nosotros y bloqueaba mi presencia.
Tras su llamado, el nombrado corrió un poco su cuerpo para dejar ver a mi futuro esposo que venía a pasos lentos hasta nosotros.— ¿Kimi?—su voz desconcertada parecía demostrar lo inesperado de mi presencia en su hogar—, ¿qué haces aquí?
— Hola, Michikatsu—salude con falso entusiasmo—. Me alegra también verte con buena salud. Supe que tu madre está muy enferma, lamento mucho aquello.
— Viene como mi invitada, asi que quita ese rostro tan tenso—dijo Yoriichi. A simple vista pareciera ser que él actúa más como el futuro líder del clan Tsugikuni.
Yoriichi comenzó a caminar, pensé que pretendía dejarme a solas con Michikatsu. Pero, tras haber dado un par de pasos se detuvo para volver a verme.
— ¿Vamos? Estoy seguro de que madre estaría feliz de verte—sonrió.
Sin pensarlo caminé hacia él para acompañar su andar. Disfrutaba sentirlo cerca, la seguridad que de alguna forma me brindaba era algo inigualable. Sin embargo, ignoré la intensa mirada del que sería mi futuro esposo.
Nos adentramos a la residencia para atravesar un largo pasillo, suaves sollozos se escuchaban por los rincones del lugar. Al parecer, la pronta muerte de la madre de los hermanos Tsugikuni estaría afectando a todos.
— Aquí es.
Nos encontrabamos de pie frente a una gran puerta, Yoriichi la deslizó suave para poder entrar al cuarto en dónde nos esperaba su madre.
— Madre, te he traido a Kimi como querías—susurró Yoriichi al instante en que me invitaba a pasar. Tomé un poco de aire y acepté su invitación.
Cerramos la puerta tras de nosotros y avanzamos con sumo cuidado hasta el futón que mantenía a su madre.
— Lamento no haber venido antes...,no tenía idea alguna sobre su estado—susurré. Llevé mi mano despacio hasta la suya que se encontraba reposada sobre su pecho para acariciarla con cariño.
— ¿Kimi?—murmuró con dificultad. Busqué con la mirada desesperadamente hasta que choqué con sus ojos.
Esa mirada tan calma y pacífica que me ofrecía ahora, tenía mucho de lo que Yoriichi transmite a todo momento.— Aquí estoy—volví a tomar su mano para transmitirle todo mi apoyo.
Ella dibujó una suave sonrisa en sus labios, sentí un dolor en mi pecho, por lo que mis ojos se cristalizaron. Es una mujer realmente bella y cálida, a pesar de ser tan joven pareciera ser que envejeció treinta años de un momento a otro.
Algo extraño había con su enfermedad, pero no quise arruinar el momento, asi que solo me limite a acompañarla.— Estoy muy feliz...de que estes junto a mi hijo—apenas y pudo decir esas palabras. No pude evitar sentirme mal al escuchar eso, sí tan solo supiera que aún no logro sentir siquiera "cariño" por mi prometido.
— Michikatsu es...una buena persona—dije con dificultad. No encontraba las palabras para describir a ese muchacho, al menos no de la forma que una madre quisiera escuchar.
— No...—murmuró—, Yoriichi.
¿Estará feliz de que haya llegado junto a él?
Sacudí mi cabeza y suspire rendida, debido a su enfermedad ha de estar confundida y quizás no tenga total conciencia de lo que está hablando.
— Madre, ya vuelve a descansar. Es tarde y Kimi debe estar agotada por el viaje. Te prometo que la verás de nuevo por la mañana.
Yoriichi parecía decir las palabras precisas en el momento preciso. Sí pasaba un minuto más a su lado comenzaría a dudar de mi matrimonio.
Ella cerró sus ojos despacio sin borrar la sonrisa de sus labios.
Tras ello, caminamos para salir de la habitación en profundo silencio. Parecía ser que sin la necesidad de hablar, ambos eramos capaces de compartir el mismo sentimiento.
Yoriichi me guió hasta la que sería mi habitación, no establecimos por cuánto tiempo me quedaría, pero no era algo que importara realmente ahora.
Entré a mi cuarto y mis cosas ya estaban allí ordenadas en su respectivo lugar, el pelirrojo observó en silencio desde la entrada como le daba un pequeño vistazo al lugar.
Aclare la garganta cuando sentí una pequeña risa por su parte en el momento en que mi curiosidad casi me hace tropezar.— Tu madre es una mujer maravillosa—las palabras de mi boca eran sinceras, ella logró ganarse mi admiración desde el primer momento en que la vi.
— Lo es—susurró—, puedo decir que ambas se parecen en ciertas cosas.
Me sorprendí por su pequeña confesión, de alguna forma saber que para él algo tenía de similar con su madre fue todo un halago.
— Debes estar cansada, será mejor que descanses. Buenas noches—acompañó sus palabras con una cálida sonrisa. Por un momento olvide todo, desde dónde estaba y el motivo por el cual había venido hasta éste lugar.
¿Qué es lo que esconde Yoriichi para hacer que mi mundo tiemble cada vez que sonríe?Cerró la puerta frente a él y poco a poco sentí sus pasos alejarse cada vez más de mi habitación.
Confundida por lo que comenzaba a nacer en mi interior, me dejé caer rendida sobre el futón sin importarme siquiera quitarme los zapatos.Finalmente había llegado el fin de otro día, y solo quería ir a mis sueños. El único lugar en dónde si puedo hacer lo que realmente quiero.
Perdooooon por la demora :( jajs estaba sin señal, desconectada del mundo *-*
Espero les haya gustado el capi♡
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Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*
FanfictionKimi, hija de una familia tradicional es comprometida al joven Michikatsu, el hijo gemelo mayor del clan Tsugikuni. A pesar de no haber conocido a su cuñado, llega el día en que ambos caminos se cruzan. Los oscuros deseos de Michikatsu, y una secret...