Capítulo dos: Humanidad.
Los sincronizados pasos de los caballos llenaban los rincones vacíos del profundo bosque.
Llevamos andando ya un par de horas y no he vuelto a cruzar palabras con mi futuro cuñado, comencé a sospechar que estaba en lo correcto en mi suposición.— ¿Va bien señorita Kimi?—la voz de Haru me obligó a volver, la mire tranquila y le asentí con una sonrisa. El silencio era tan incómodo que temía irrumpir en el.
Haru es una muchacha muy optimista, pero lo que tiene de optimista lo iguala en ansiedad. Su cabello castaño tomado en un gran moño y sus ojos miel siempre fueron objeto de admiración por los otros muchachos que rodeaban la casa, como una joven tan hermosa y delicada en sus facciones pudo terminar de criada.
Ante mi silencio y poca respuesta ella se limitó a sonreir inquieta, pues de alguna forma su preocupación era cierta. No acostumbraba a cabalgar durante horas, por lo que mis manos comenzaron a dañarse debido al sostener las riendas de mi caballo por tanto tiempo.
— ¿Hay algún problema señoritas?—su voz tan profunda llegó nuevamente a mí cómo un dulce jarabe. Dios, sí Michikatsu oyera mis pensamientos no dudaría en suspender el matrimonio.
Asentí avergonzada por su preocupación y mis pensamientos tan repentinos. Pero, fue Haru quien agotada por mi engaño, tomó mis manos deteniendo nuestro andar para dejar a la vista las heridas que habían aparecido en ellas.
— Ouch—murmuré al verlas. Ni siquiera yo había tomado demasiada atención a lo dañadas que estaban. Masgulladuras y ampollas se habían posado en mi rosada piel, unas manos que no conocían de grandes travesías comenzaban a tomar forma de lo que sería una gran aventura.
— No puede hacer siempre lo mismo—susurró Haru—. Esconder su dolor para conseguir un poco de diversión no es bueno.
— Te equivocas—respondí un poco dolida por su acusación—, no se trata de diversión. Es solo que...,quería hacer algo por mi cuenta. Es primera vez que viajo sin mis padres, y por ello siento que tengo un poco más de libertad. Por favor, no me malentiendas.
Mientras hablaba con Haru no preste mayor atención a la presencia de Yoriichi que aún se encontraba junto a nosotras, no hasta que se bajó de su caballo, se acercó a su montura para buscar algo entre unas cosas que colgaban de el y luego se acercó a mí.
Cortesmente solicitó mis manos, con dudas se las ofrecí.Dejó caer agua fría en mis heridas, al primer contacto sentí un poco de dolor. Como sí pequeñas agujas entraran por ellas y se hicieran parte de la carne, pero tras unos segundos el dolor fue pasando. Después de eso, sacó unas vendas que traía con él y comenzó a cubrir mis manos, lo hacía de forma silenciosa y tranquila. Parecía estar tan concentrado en su tarea y lo hacía tan a la perfección que no pude evitar preguntarme cuántas veces ha tenido que vendar las heridas de personas.
— Ella tiene razón—susurró mientras terminaba de vendar mis manos—, pero también admiro mucho tu valentía.
Sorprendida por sus palabras observé en silencio cómo seguía con su pequeña labor. Aquello no tomó mucho tiempo, pero esos pocos minutos fueron suficientes para dudar sí mi teoria sobre su "verdadera" personalidad estaba en lo correcto.
— Bien, terminamos.
Una sonrisa amigable se dibujó en su rostro al instante en que soltaba mis manos, llena de una cálida sensación en mi pecho pude devolverle la misma sonrisa.
— Muchas gracias, Yoriichi—sonreí.
Dentro de mi pequeña burbuja obervé con gratitud al pelirrojo, sin darle mayor importancia a la presencia de Haru que observaba la escena con suma atención.
— ¿Podra cabalgar con las manos así?—su voz tan atenta causó otro puñal en mi pecho, comencé a tener serios conflictos en mi interior debido a el extraño ambiente que se daba entre nosotros.
— No creo tener mayor problema.
— Pero señorita, sus manos podrían terminar peor. No creo que sea buena idea—ahora fue Haru quién se unía a las protestas de Yoriichi.
— Está decidido—habló con entusiasmo. No alcancé siquiera a reaccionar cuando el pelirrojo me bajó del caballo para luego subirme al de él.
Mis mejillas tomaron un fuerte color rojo, pude escuchar un pequeño chillido por parte de Haru. Creo que ambas estabamos igual de confundidas, cualquier otro hombre creería que la actitud de Yoriichi no es correcta y podrían juzgarnos por ello, pero aún así eso parecía no importarle.
Tras ello, Yoriichi subió al caballo. Él llevaría las riendas y yo cabalgaba sostenida de su espalda. Sentir su calor tan cerca fue algo que despertó en mí una nueva sensación.
— ¿E-Está seguro joven?—Haru parecía tener uno de sus ataques nerviosos—. No quisiera que la señorita Kimi tenga problemas por esto.
— Solo estoy ayudando a mi futura cuñada, al igual que tú ambos queremos lo mejor para ella. Sí mi hermano no es lo suficientemente hombre como para preocuparse aún más por la salud y bienestar de su mujer...,entonces no la merece—la voz de Yoriichi parecía tener un toque que era nuevo para mí, escucharlo tan serio, pero a la vez tan confiable fue un gran descubrimiento.
No hubo protesta alguna a sus dichos, al contrario, retomamos nuestro viaje sin cruzar palabra alguna sobre la situación.
Viajabamos aún en silencio, ha de haber pasado una hora desde que comencé a cabalgar junto a Yoriichi. Sentía que debía hablar con él, demostrarle mi gratitud y que de alguna forma se había ganado mi confianza.
— ¿Hay algún problema?—murmuró solo para mí, mi cuerpo dio un pequeño sobresalto cuando escuché su voz.
— Yo...,quería agradecerte. No debería darte problemas, menos aún sabiendo que tu madre está enferma. Pero, aún así vas y cargas conmigo cómo sí fueses responsable del todo sobre mí—susurré, me habría gustado que pareciera solo el agradecimiento de una novia a su futuro cuñado, pero algo en mis mejillas y mi voz parecía decir lo contrario.
— De alguna forma si soy responsable de ti—confesó—. Michikatsu no quería que vinieras a casa, pero madre insitió en verte. Así que tomé a dos hombres y los traje conmigo.
— ¿Quieres decir que Michikatsu no lo sabe?—murmuré sorprendida—. Podría molestarse por esto.
— No, no lo sabe...,pero honestamente no me interesa que se moleste. Después de todo no viajas para verlo a él, y en esta ocasión yo respondere por tu seguridad.
Suspiré confundida, estaba ya segura de que todo prejuicio sobre él sería erroneo. Yoriichi es más humano de lo que su hermano podría llegar a ser.
Yoriichi para todos♡
Espero les haya gustado el capi y que estén a gusto con esta historia!
Muchas gracias por sus lindos votos y comentarios♡
Nos leemos luego♡~
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Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*
FanfictionKimi, hija de una familia tradicional es comprometida al joven Michikatsu, el hijo gemelo mayor del clan Tsugikuni. A pesar de no haber conocido a su cuñado, llega el día en que ambos caminos se cruzan. Los oscuros deseos de Michikatsu, y una secret...