Capítulo once: Demonios.
— ¿Hay alguien allí? —una voz femenina de avanzada edad se escuchó venir desde el interior del extraño lugar.
— Soy yo, Yoriichi.
— ¡Joven Yoriichi!—exclamó una anciana, sus brillosos cabellos blancos se lucieron bajo el brillo de la luna—. Lo esperabamos ver hace un par de días, pero usted no llegó.
— Hubo un pequeño cambio de planes—le respondió con una pequeña sonrisa.
Ella dirigió sus cansados ojos hacia mí, por unos segundos se mantuvo en silencio cómo sí estuviese estudiandome. Tras un breve silencio, una amplia y cálida sonrisa apareció en su rostro.
— Una muchacha de gran corazón—susurró—, justo para ti joven Yoriichi.
Él se limitó a reír despacio ante la pequeña y directa insinuación de la anciana.
Ella nos invitó a pasar y gustosamente aceptamos su invitación.— Les preparare un cuarto—dijo una vez que ambos habíamos entrado a su hogar—, pero antes quisiera saber qué ha sucedido. Tu rostro está más serio de lo normal...
Yoriichi dejó salir un largo suspiro, ella nos guió por los pasillos de su residencia hasta llegar a un gran cuarto.
Una vez dentro, nos ofreció cálidas tazas de té.— Anciana—susurró Yoriichi cortando el silencio—, hemos visto algo que no conocemos. Pero, es algo de lo que he escuchado en éste pueblo.
— Dime, ¿cuántos eran?—su pregunta podría haberlo sorprendido, ella parecía ya saber qué era lo sucedido.
— Una mujer—hizo una pausa—. Pero, lo que me extraña es que mi hermano estaba de su lado...era como sí...
— como sí trabajaran juntos para el mismo amo—interrumpí.
Ella nos observó en silencio, buscó las palabras justas antes de dar su veredicto. Finalmente, tras beber la última gota de su té se decidió por hablar.
— Una demonio junto a un humano—susurró—. Bueno, lo que le queda de humanidad a tu hermano, Yoriichi.
— ¿Demonios?—murmuré confundida. Por primera vez escuchaba sobre eso como una realidad.
— Asi es—hizo una pausa—. No conocemos su origen, ni quién es su lider...,solo sabemos que ellos son repugnantes seres que alguna vez fueron humanos, y hoy disfrutan alimentarse de la sangre y carne humana.
Me sobresalté un poco mientras ella iba hablandonos más sobre los demonios.
— Atacan por la noche, se cree que no pueden soportar los rayos del sol—explicó.
— ¿No hay nada más que podamos hacer?. Quiero decir, como humanos, ¿nos quedaremos sin hacer nada?—cuestioné con la voz un poco acelerada.
— Al igual que lo demonios hay humanos que van escondidos por las sombras, ellos salen de cacería hasta lograr acabar con la vida de los demonios—murmuró—. Nuestro hogar le ha servido a los cazadores de demonios desde que ellos protegieron a nuestra familia...,las glicinas [recordé haberlas visto fuera] son perfectas para alejarlos.
— ¿Dónde puedo encontrarlos?—la voz de Yoriichi sorprendió a la anciana, ella hizo una breve pausa antes de hablar.
— Sí te conviertes en un cazador, ¿serás capaz de terminar con la vida de tu hermano?—su pregunta fue como una oleada que dejó rastro en la habitación.
— Él ya no es mi hermano.
Observé a Yoriichi con atención, de las pocas veces que lo he visto hablando en serio esta ha sido la más notoria de todas. Su rostro tenso y sus cejas fruncidas daban rastro de que sus palabras eran más graves de lo que parecían.
— Yoriichi—susurré casi como un llamado de ayuda, jalé la manga de su ropa llamando su atención. Me sentí como una niña pequeña que siente miedo.
Él guió sus ojos hasta chocar con los míos, la expresión de su rostro cambió cuando vio mis ojos cristalizarse.
— Pueden dormir en ésta habitación, hay un par de futones y mantas por allí—habló la anciana mientras se ponía de pie para luego salir del cuarto y dejarnos solos.
Pero ninguno de los dos le tomó atención a la mujer que acababa de salir, yo seguía sosteniendo la tela de su ropa, y él seguía observandome en silencio.
— Puedo sentir tu corazón—susurró despacio llevando su mano para apoyarla sobre la mía que lo sujetaba—, logro escuchar cada uno de sus fuertes latidos...¿Por qué?, ¿por qué tu corazón late tan fuerte cada vez que estamos solos?.
Mis mejillas rápidamente se llenaron de un fuerte color rosa por su pregunta tan directa y fuera de vergüenza.
Agarré la tela con más fuerza, como sí fuese mi salvavidas.— Ni siquiera yo estoy segura—susurré—. Solo sé que desde el día en que te conocí, he sido capaz de soñar sin miedos. Llegaste y me salvaste de mi propia vida, del destino que estaba escrito para mí...
Él me observaba confundido, sus profundos ojos no se alejaban ni un poco de los míos, sus labios entreabiertos eran una confusa señal de sí quería interrumpir mi pequeña y fugaz declaración.
— Puedo dejarlo todo, Yoriichi. No planeo volver donde mis padres en ésta situación, preferiría que pensaran que he muerto esta noche...,pero, me gustaría empezar de nuevo, a tu lado—sonreí.
Un pequeño sobresalto de su parte iluminó mi vida, quizás los colores de la esperanza aún puedan ir de mi lado.
El silencio de Yoriichi comenzó a inquietarme, me comencé a sentir tonta por haber hablado de esa forma con él. Quizás él ya tenía interés por otra persona y yo caprichosamente lo adelante todo. Pero, más me sobresalté cuándo él movió su cuerpo rápidamente para agarrarme con fuerza entre sus brazos y darme un cálido abrazo.
— ¿Yoriichi?—murmuré sorprendida por su reacción.
— Dedicare mi vida a protegerte, Kimi—su voz cálida tan cerca de mí provocó que me ruborizara—. Está decidido, sí es necesario terminar con la vida de todos los demonios por un mundo en donde tú y yo podamos ser felices sin miedos, daré todo lo que tengo para conseguirlo.
Me separé un poco de él y apoyé mis manos en su pecho, sentí su cálido cuerpo bajo de ellas.
Sonreí como una niña, junté mis ojos poco a poco para acercar mi rostro al suyo despacio, él imitó mi acción sin dudarlo.Sábado de Yoriichi♡
Perdón por la demora!! He estado full con deberes todo el día ;-;
Espero hayan disfrutado del capi♡ escribir sobre este pelirrojo siempre es un placer.
Nos leemos luego♡~
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Eres mi Sol - YoriichixTú *TERMINADA*
FanfictionKimi, hija de una familia tradicional es comprometida al joven Michikatsu, el hijo gemelo mayor del clan Tsugikuni. A pesar de no haber conocido a su cuñado, llega el día en que ambos caminos se cruzan. Los oscuros deseos de Michikatsu, y una secret...