Dulce Perdición

CAPÍTULO 14

Hades se fue dejándome comiendo sola, al terminar subo a la habitación y peino mi cabello, bajo y camino a la salida de la mansión, a fuera hay dos camionetas negras con hombres en trajes negros con armas, uno de ellos camina hasta llegar a mi.

-Señorita el señor Hades nos dio órdenes de llevarla a comprar ropa - dice el hombre con cara seria.

-Oh, si gracias - digo con una sonrisa amable el camina y abre la puerta trasera de la camioneta para que entre, al entrar él cierra la puerta, hay otro hombre manejando, él otro sube al asiento del copiloto y sostiene un...¿radio? Si un radio como los que traen los policías.

-Avanzando - dice por la radio y le contestan.

-Avanzando - dicen por el radio, en el momento la segunda camioneta arranca siguiendonos.

Pasan alrededor de una hora y media de camino en la carretera, cuando llegamos a la ciudad, edificios gigantes y tiendas lujosas nos dan la bienvenida, y es que estamos en la parte "Vip" así le puse a esta zona, ya que solo gente con dinero viene aquí.

Las camionetas se estacionan enfrente de una tienda, abren la puerta para que salga, al salir la gente me mira de arriba abajo poniendo una cara de asco, y lo sé mi vestuario no ayuda mucho, pero que puedo decir, esta gente es así, ellos han creado su "estándar de belleza perfecta" donde ser diferente es una molestia para ellos, pero ¿ellos quienes son para criticarte? no son nadie, solo se creen que tienen el suficiente dinero para juzgar y creen que el dinero los hacen perfectos, solo arreglan su cuerpo para poder "encajar" en la sociedad aunque eso conlleve su felicidad.

Entro en la tienda y las miradas se intensifican mirándome con asco y se empiezan a escuchar murmullos, una señora se acerca a mi a paso apresurado.

-No aceptamos vagabundos aquí, así que váyase o llamaré a la policía - me dice manteniendo su distancia.

-La mando el señor Hades Berlusconi - dice una tercera voz y es uno de los hombres de Hades, veo a la mujer palidecer ante lo dicho y la demás gente solo mira.

-Oh...oh...yo...yo lo siento - dice la mujer tartamudeando y dándome una sonrisa hipócrita - pase por aquí señorita - me invita adentrarme en su tienda.

-Gracias, pero me dio un mal sabor de boca su bienvenida - le sonrío hipócritamente - prefiero ir a otras tiendas - me doy la vuelta para irme pero antes de salir giro para verla de nuevo - le comentaré a Hades sobre su peculiar manera de tratarme - le digo aun con la sonrisa en mi cara, la mujer solo me ve con rabia, a lo que sonrío más, se creen superiores por sus carteras pero son tan tontos cayendo en las provocaciones de los demás.

Camino a la otra tienda, seguida de los hombres de Hades, camino con seguridad a pesar de la manera de verme de las demás personas, llego a una tienda con mucha ropa, adentro no hay nadie, se ve tan tranquilo así que entro, una señora de edad pero elegantemente vestida aparece.

-¿Le puedo ayudar en algo señorita? - me dice la señora sonriendome con amabilidad.

-Hola, vengo en busca de ropa - bueno creo que eso sonó tonto, si entro en una tienda de ropa es obvio que compraré ropa ¿no?

-Oh acaba de llegar ropa exclusiva de un diseñador muy famoso últimamente - dice la señora caminando hacia una parte en especifica de la tienda, hay muchos vestidos, la mayoría son elegantes y largos, ella parece buscar algo, saca un hermoso vestido color vino, con un escote V - este le quedará de maravilla - me dice con una sonrisa.

-Oh, muchas gracias, es hermoso - pero ¿para que comprarlo? ¿Pará dormir mientras estoy en la mansión? es un gasto innecesario - pero la verdad solo busco ropa cómoda - le digo dándole una sonrisa.