CAPÍTULO 16

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Al entrar la gente nos ignora, Hades solo observa a cada lado, me acerco hasta una enfermera.

-Disculpe ¿se encuentra el doctor Ricardo? - le pregunto a la enfermera que alza la vista y la posa en Hades.

-Si, en su consultorio, es el número 4 - asiento mientras camino al pasillo, Hades me sigue.

-¿Quien es Ricardo? - pregunta serio mientras seguimos caminando por el pasillo.

-Es un doctor muy bueno, te ayudará con la herida - intento no dar explicaciones ya que no lo conocí en buenas circunstancias.

Llegamos y toco la puerta antes de entrar, el está con su bata blanca de doctor, sentado en su silla detrás de su escritorio, su cabello castaño perfectamente peinado aunque algunos cabellos queden sueltos, alza la vista y sus ojos cafés chocan con mis ojos verdes, sonríe al verme, se levanta rápidamente y camina hacia mí.

-Ho.. Ho... Hola, wow te... te ves muy bien- tartamudea un poco y me hace sonreír.

-Hola - le digo dándole una sonrisa de boca cerrada - emm... ¿Estas ocupado?

-No - dice aún con la sonrisa.

-Hades - le abro y él entra con su característica mirada altiva - le dispararon y necesitamos que le saques la bala.

-¿Hades Berlusconi? - pregunta un poco temeroso.

-Hola... ¿Ricardo no? - le pregunta con indiferencia.

-Si, por favor pase señor - le abre paso a Hades quien entra a paso lento pero seguro.

Hades se sienta en la camilla.

-Señor le pido y se quite la camisa para poder revisar la herida - le dice Alfredo a Hades, él obedece quitando la chaqueta de su traje y al momento que empieza a desabrochar los botones de su camisa me mira, y sonríe de lado, siento mis mejillas arder y mejor me doy la vuelta.

-La bala salió eso es bueno - escucho que dice Alfredo.

Pasan algunos minutos y sigo sin mirar a Hades, mi estómago empieza a rugir, empiezo a imaginar muchas hamburguesas y el hambre sigue aumentando, así que me giro y veo el torso desnudo de Hades y mis mejillas vuelven a sonrojarse, imagino la escena del baile y...

-Voy a la cafetería ¿quieren algo? - pregunto a Ricardo y Hades.

-No, gracias - dice Ricardo concentrado en la herida.

-Un café negro - dice Hades mirándome con altivez.

-Claro - digo antes de salir, camino a la cafetería y al llegar a mi olfato llegan olores exquisitos de comida.

Me acerco y sirvo el café negro mientras para mi sirvo uno con más leche que café, termino y me acerco por un sandwich, camino entre la gente cuando veo hombres de traje negro custodiando la puerta de una habitación, me quedo quieta viendo aquella escena, un doctor se acerca a ellos y logró escuchar su nombre...

-El señor Alfredo ya está mejorando - le dice el doctor a aquellos hombres que asienten y siguen quietos como estatuas, uno de ellos mira hacia mi dirección, al verme frunce el ceño, empiezo a caminar dejando aquel lugar, por el rabillo del ojo noto que dos hombres de traje negro me siguen.

-Señorita Kiara - escucho que dicen los hombres pero yo solo empiezo a correr, dejando los cafés y sandwich, corro por pasillos mi corazón acelerado, no puedo volver con él, Alfredo me matará si me encuentra, llego hasta el consultorio de Ricardo y abro la puerta fuertemente, entro y Ricardo y Hades me miran confundidos, yo solo me dejó caer en el suelo llorando.

-¿Kiara estas bien? - me pregunta Ricardo acercándose a mi.

¿Que sucede Kiara? - pregunta serio Hades.

-Alfredo esta aquí...sus...sus hombres me persiguieron - alzó la mirada a Hades que me mira aun serio - por favor no dejes que me lleven, te...te lo suplico...por favor Hades.

Abren la puerta y entran los hombres que me seguían.

-Llevatela - le dice uno de los hombres al otro, quien se acerca a quererme tomar.

-No, dejame, ¡dejameee! - le digo al hombre que intenta tomarme.

-Dejen a la chica - dice tranquilamente Hades, los hombres alzan la vista rápidamente a ver a Hades.

-Se...señor - tartamudea un poco uno de los Hombres, Hades alza una ceja y el hombre me deja, yo me pongo de pie y camino a lado de Hades.

-Ella ahora es mía - dice Hades serio a los hombres que me miran como si fuera lo peor.

-Señor pero el señor Alfredo nos envió por ella, son órdenes - dice uno de los hombres a Hades.

-¿A caso quieres dejar viuda a tu esposa Michael? - veo al hombre palidecer y bajar la mirada.

-No señor.

-Espero que no se les olvide que por muy jefe que sea Alfredo yo soy más poderoso, y díganle a Alfredo - me mira un segundo y vuelve a mirar a los hombres - que deje a Kiara en paz, ahora ella me pertenece.

-Si señor - dicen los hombres dispuestos a irse.

-Esperen - les dice Hades, los hombres se detienen y vuelven, veo a Hades sacar su pistola con silenciador y dispararle en una pierna al hombre que intentó llevarme - eso es un pequeño recuerdo de Hades Berlusconi - el hombre solo cae al suelo quejándose del dolor mientras que el otro lo intenta ayudar y lo saca de la habitación.

-Gracias - le digo a Hades con una sonrisa de boca cerrada.

-Creo que debería mandar a traer a alguien para que limpie esto - dice Ricardo saliendo del consultorio.

-No se te olvide Kiara - dice Hades parándose de la camilla para estar frente a mi, me toma la barbilla para obligarme a alzar la cara para verlo - ahora eres mía, no soy Alfredo, soy peor, tal vez debiste quedarte en el infierno de Alfredo...

-¿Qué significa esto? - le pregunto en un susurro sin dejar de mirarlo - ¿me harás daño Hades? ¿Serias capaz de eso? - me acerco más a él, respirando su aroma, sintiendo tan cerca su aliento.

-Nunca le haría daño a una dama - dice aún serio - no soy bueno Kiara, solo traeré caos y muerte a tú vida.

-¿Y si acepto el daño? - le pregunto acercándome aun más, hasta que nuestras bocas se empiezan a rosar.

-¿Serias capaz? ¿Aguantarás lo que conlleva estar a mi lado? - sus pupilas se dilatan y no dejo de verlo - ¿tendrás los cojones de ser valiente? ¿Podrías matar a personas?

-Si - susurro antes de besarlo, él responde tomándome del cabello de la parte trasera de mi cabeza para profundizar el beso, sus labios son suaves, sus besos no son tiernos, son de esos besos que queman, que te hacen caer en el pecado, que te hacen fundirte en la atractiva oscuridad y dejar de desear la luz, por que ahora solo anhelas a la oscuridad... al ser que habita en ella... Porque la oscuridad tiene nombre...y es Hades Berlusconi...

Dulce Perdición  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora