CAPÍTULO 42

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EL CUMPLEAÑOS

Despierto, el sol entrando por la ventana, todo lo de ayer sigue en mi mente, me duele, y odio esta sensación, la maldita sensación de vacío, y es que me duele más por que yo permití esto, si tan solo nunca hubiera estado con Hades.

No tengo ganas de nada, así que me quedo en la cama mirando el techo, el extraño es todo lo que debe importarme.

Miro a la puerta que aún se mantiene cerrada, más bien las dos están cerradas, el aburrimiento me abarca, al igual que el hambre, me levanto a mirar desde la ventana.

El enorme jardín a mi vista, bueno bosque, los altos pinos adornando el lugar, la gran fuente en medio de la entrada, todo tan refinado pero tétrico a la vez, hay camionetas afuera, pero no se vé el auto de Hades.

Escucho como abren la puerta, esta se abre dejando ver a Alina, quien entra con comida.

-Buenos días, ordenaron que subiera el desayuno niña.

-Gracias.

Se va a ponerlo en el mueble mientras yo sigo mirando la ventana, no me he bañado y mucho menos maquillado o peinado, estoy echa un desastre, mi cara se refleja en el vidrio de la ventana y me veo fatal, se nota que pase la noche en medio de llanto, mis ojos hinchados lo comprueban al igual que mis ojeras, me giro para decirle a Adina que no tengo ganas de nada pero...

- No sabia que tomaba vitaminas. - me acerco rápido a quitarle el frasco.

-Siempre las he tomado. - miento.

-Que raro a mi en mi embarazo me recetaron una parecida. - comenta mirando el frasco que oculto entre mis manos.

-Es que son para tener una excelente salud. - digo lo primero que se me viene a la mente. - si no te importa me gustaría comer sola.

-Oh, claro niña, ya me voy. - se va cerrando la puerta detrás de ella y aprovecho para esconder las vitaminas.

Después de terminar de comer, vuelvo a la ventana, se me hace raro la gente que entra y sale de la mansión, me siento patética, demasiado, la puerta se abre dejando ver a Alina, quien entra con dos cajas, una está gigante mientras que la otra también es grande pero no tanto.

-¡Te encantará! - llega emocionada - ábrelo. - deja las cajas en la cama.

-No lo creo, en verdad no tengo ánimos de abrir nada. - le digo sincera.

-Si no los abres tú los abriré yo. - empieza a quitar en nudo de listón, abre la caja y...

¿Es un vestido?

Alina saca de la caja el enorme vestido, pero parece un vestido victoriano, es rojo con negro, es en verdad muy grande.

-Se te verá hermoso.

-Si no lo recuerdas estamos en el siglo XXI, esos vestidos ya no se usan, a demás no tengo ánimos de nada.

-Mañana será el cumpleaños del señor Hades, el joven Azael organizó una fiesta de disfraces, de la época victoriana, están adornando toda la mansión para que parezca que el tiempo no transcurrió en ella.

-Que bien por ellos, creo.

-El señor Azael quiere que estés en la fiesta, él mandó el vestido. - habla mientras revisa que hay en la otra caja.

-Pues no iré y ya.

-¡Todo es hermoso! - habla mientras saca un sombrero que combina con el vestido, al igual que unas zapatillas rojas.

Es lindo pero en verdad no tengo ganas para fingir que soy de acero.

-La fiesta inicia a las 8 de la noche, tienes 7 horas para pensar que harás, si quedarte aquí en la soledad, o bajar a la fiesta, ponerte el lindo vestido y ser la más hermosa de la noche.

Dulce Perdición  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora