Dulce Perdición

CAPÍTULO 13

Sigo a la señora, subimos la hermosa escalera hasta entrar en el pasillo de la segunda planta, pasa por la habitación de Hades y seguimos avanzando, se detiene en una de las puertas del fondo, saca un par de llaves hasta que encuentra la indicada, abre la puerta y entra, yo solo la sigo en completo silencio.

-Esta es su habitación señorita- dice la señora con nerviosismo y mirando al suelo, camina hacia una puerta y la abre dejando al descubierto un pequeño cuarto con poca ropa de mujer - aquí hay ropa que puede usar.

-Gracias Sonia - le digo con amabilidad.

-A sus órdenes señorita, si desea algo solo pidalo - contesta aún sin verme a los ojos.

-Creo que estoy bien, gracias - le digo a Sonia, ella asiente y sale de la habitación cerrando la puerta detrás de ella.

Camino por la habitación, hay dos puertas más que las de la entrada de la habitación y el cuarto de ropa, intento abrir la que esta primero pero esta cerrada, vuelvo a intentar pero nada sucede, así que intento en la segunda, esta abre al instante, es el baño, es de un tamaño adecuado, ni tan grande ni tan pequeño, entro en el baño y cierro la puerta, quito mi bata y ropa interior quedando desnuda, camino hasta la regadera y la abro, el agua está fría pero soportable, dejo que el agua quite la suciedad de mi cuerpo, termino de bañarme y tomo una de las toallas envolviendola alrededor de mi cuerpo, salgo del baño y camino directo al cuarto donde había ropa, solo hay dos playeras largas, algunas bragas y no hay brasieres.

-Mierda - susurro despacio, tomo mis bragas sucias y me las pongo, solo utilizo una de las playeras que están aquí, me llega arriba de las rodillas me cubre lo necesario, me dirijo a la cama, me acuesto y subo las sábanas, es muy cómoda, y aquí es tranquilo, aunque tengo miedo de que en algún momento entre Alfredo por esa puerta he intente tocarme de nuevo, inconscientemente toco mi vientre, él no tiene la culpa de todo lo que hizo Alfredo, aunque es un recordatorio, nosé que haré, si tenerlo o no, si Alfredo se entera que estoy embarazada y que este hijo es suyo jamás me dejará en paz, tantas cosas pasan por mi mente, dejo de pensar y duermo.

-Señorita, señorita - escucho a lo lejos muy lejos - señorita.

-Humm - digo aún con los ojos cerrado y abrazando más la almohada.

-El señor Hades la espera - al decir eso abro los ojos.

-Es muy temprano todavía - le digo a Sonia.

-Señorita es medio día - me dice Sonia con su cara sin expresión alguna.

-¿Tanto he dormido? - preguntó ya más despierta.

-Señorita como le dije el señor Hades la espera y no le gusta esperar así que le recomiendo que se apure a levantarse - dice empezando a quitar la sabana para doblarla.

-Esta bien - digo rodando los ojos y dirigiéndome al baño, me doy una ducha rápido y me lavo la boca, me peino un poco el cabello y bajo las escaleras, al llegar al enorme comedor noto que ahí está Hades, el enorme y hermoso comedor está solo siendo ocupado por una persona, su mirada parece perdida mientras come y vé algo en su teléfono, camino hasta la mesa - provecho - le digo a Hades atrayendo su atención, me mira de arriba abajo pero sus ojos se quedan mirando en un lugar en especifico, mis pechos, es ahí donde me acuerdo que no llevo sostén - mis ojos están arriba - le señalo mis ojos, sentandome en una de las sillas del comedor.

-Me informó Sonia que no hay suficiente ropa para tu estancia aquí - dice mientras corta un pedazo de carne - mis hombres te llevarán a que compres algo de ropa.

-Oh no es necesario, puedo... - intento dar excusas pero me corta hablando primero él.

-No puedes andar por mi casa en esas fachas - dice mirándome ahora con desdén.

-Gracias - digo mirándolo, él solo me vé con fastidio y sigue comiendo.

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