ᴅᴏs: dereck murphy

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La clase ya había acabado y después de pensarlo bastante, de dudar y sentirse ansioso, se dejó guiar por lo que su instinto le pedía que hiciera. Por ello se acercó al omega que no se había movido de su lugar desde que la cuarta clase comenzó. Sabía que el malestar que le habían causado sus compañeros seguía ahí pues en su aroma se podía notar por lo suave que era.

La sociedad siempre se encargaba de apagar lo más hermoso que tiene el mundo. Como si fuese algo malo comenzar a brillar por las diferencias que nos hacen únicos.

El color gris es hermoso, pero ser todos del mismo color no lo es.

Tragándose las ganas de gritar y abrazarlo como si fuesen mejores amigos golpeó su hombro llamando su atención. — Ellos siempre han sido así, Liam, buscando cualquier cosa para criticar a los demás. — Sonrió por lo lindo que se escuchaba el nombre del omega al pronunciarlo.

—Esperaba que no fuera como en mi otra escuela, pero ya veo que seguirá siendo lo mismo a donde sea que vaya —Dijo bajito.

Zayn negó. —No eres tú, Liam, son los demás. Pero no te preocupes por eso, yo puedo defenderte. —Con tan sólo poder ver esos ojitos brillantes sin que la razón detrás de eso fuera el miedo, lo valía mucho. Era como si se tratase de un pequeño niño.

Los golpes en la puerta lo sacaron de su fantasía donde el tomaba de la mano del castaño cuidando de él. Aunque ¿Cómo lo haría? ¿A golpes? No era de esa clase de alfa que gustaba golpear sin razón, él es más calmado para todo eso.

Y miedoso.

Miró como Liam se levantaba quedando unos centímetros mas alto suyo. De lejos parecía que era demasiado pero en realidad no.

—Me tengo que ir, me están esperando. Gracias por lo que dijiste...

—Zayn.

—Gracias por lo que dijiste, Zayn, pero de una u otra forma será así siempre.  Le sonrió mostrándole ese bello hoyuelo al costado de su labio inferior—Por cierto, lindo nombre. Nos vemos —Pasó por su lado caminando rápido. 

Zayn siguió con su vista al castaño, viéndolo tomar la mano del otro omega que lo miraba con el ceño fruncido.

Cuando se fueron soltó el aire que tenía guardado, para ser un omega de verdad que su miraba te hacía sentir incómodo. A los pocos segundos comenzó a reír como tonto por ese maravilloso olor que seguía en la habitación, sentirlo más de cerca era la gloria, un paraíso que estaba designado solamente para él.

Sonrío con disgustó al recordar como el omega con olor a frambuesa tomaba su mano con cuidado. Pero no era nadie para decir nada, al menos aún no, y de todos modos aunque pudiera, no lo haría, nada le daba el derecho de comportarse así. 

Tenía una idea; primero sería su amigo, tratando de dejar en claro que ese no era su objetivo, lo conquistaría de poco a poco siendo lo más dulce que podía, mostrándole como era en realidad, Zayn podía sentir a través de su aroma lo mucho que merecía de amor y alguien que lo quisiese más que solo su amigo omega y familia.

O tal vez sólo se estuviese proyectando.

Se apuró en encontrar ha alguno de sus amigos para ir almorzar, no le gustaba estar solo por allá, menos cuando tenía que aguantar las miradas de desaprobación de los estudiantes creyéndose mejores solo por ser "hechos a la medida" cuando todo eso era más que una mentira. 

Vio a Eric saliendo de su salón y se acercó con una sonrisa.

—¿Cómo estás, E?

—Bien, — Sonrió. — Day ya se disculpó y dijo que no volvería arruinar las cosas de esa forma. Otra vez. —Se encogió de hombros sonriendo como si no tuviera importancia.

𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐘 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora